Patty Fuentes Gimón
En Venezuela, la justicia pareciera funcionar al antojo del Gobierno. Para abrirles investigación a los efectivos de la Policía de Chacao que habían agredido a unos ciudadanos no hizo falta más que la denuncia de la diputada Cilia Flores. Para dejar en libertad a los cabecillas del Grupo Frío por invadir un inmueble en Lara sólo fue necesaria su vinculación con organizaciones afines al Gobierno nacional.
"Grupos se apoderan de las calles bajo la mirada complaciente del Poder Judicial. Es necesario que actúen de forma independiente y no atendiendo los intereses de un partido político. Acaban de liberar al grupo de vándalos… Una vez más gana la impunidad y la complicidad. Da pena la justicia de nuestro país", manifestó el gobernador de Lara, Henri Falcón, durante una marcha contra la impunidad realizada ayer en dicha entidad.
Falcón señaló también que la idea de la protesta es rechazar la acción de grupos violentos que se ven beneficiados por las decisiones de jueces militantes del PSUV. “Rechazo de manera contundente la decisión del poder judicial en Lara. Se favorece a los violentos y anárquicos”, agregó.
Sin miedo a delinquir
De acuerdo con cifras del Ministerio Público, la impunidad en el país supera 90% de los casos. “En Venezuela hay impunidad por varias razones, pero la de fondo es que hay demasiados delitos tipificados. En el Código Orgánico Procesal Penal hay más de mil tipos de delitos. Para el sistema de justicia sería más fácil concentrarse en los más graves: homicidio, secuestro, robo a mano armada, etc.”, destaca el sociólogo Luis Cedeño.
A juicio del también director de la ONG Paz Activa, “mientras el delito ha crecido exponencialmente en el país, el sistema de justicia no ha crecido en lo absoluto. Los jueces penales reciben como mil o 2 mil casos anuales; no hay forma de que un juez pueda dar respuesta al nivel de demanda que impone el Ministerio Público”.
Respecto a los privados de libertad, Cedeño aclara que “la mayoría está en la cárcel sin ningún tipo de juicio”, lo que refleja a su vez más casos de impunidad. Para explicar esto, el sociólogo hace referencia al “embudo de la impunidad” que es el proceso a través del cual entran muchos casos al sistema de justicia, pero se resuelven muy pocos.
“Mediante diferentes etapas de los casos, se van decantando y sólo un pequeño porcentaje es el que finalmente tiene pena. Esto contribuye en gran medida a la impunidad, ya que, por ejemplo, un homicida puede asesinar diez veces y todavía la justicia no lo agarrará… Se aprovechan del ciclo de impunidad del país”, expresa.
No invierten en justicia
Luis Cedeño estima que 80% de los ciudadanos que son detenidos en flagrancia son liberados en menos de 24 horas. “La impunidad no surge porque los policías no hagan su trabajo, sino porque el sistema de justicia no funciona. Deberían invertir tiempo y dinero en labores de prevención, pero el Gobierno no invierte en policías ni en el sistema de justicia ni en el problema de la inseguridad”, añade.
“El que delinque tiene una certeza casi absoluta de que no será sancionado por el sistema de justicia”
Luis Cedeño, director de la ONG Paz Activa
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