martes, 1 de junio de 2010

Bocanadas que matan

Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual

Fumar cigarrillo parece ser una costumbre irreversible de los venezolanos. “A pesar de que se han implementado medidas para que las personas tengan menos posibilidades de fumar, la gente no ha tomado conciencia del riesgo que significa el tabaco para su salud. El mensaje no está siendo percibido en su totalidad, sino muy lentamente. La cantidad de fumadores se ha reducido, pero en un porcentaje muy pequeño”, explica el director de Salud Ambiental del Distrito Capital, Pedro Salazar.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año fallecen en el mundo alrededor de cinco millones de personas por patologías relacionadas con el tabaquismo, lo que significa que una de cada diez fallece por afecciones derivadas de este vicio: cáncer, problemas respiratorios y dolencias cardíacas. Venezuela es la tercera nación americana con el mayor consumo de cigarrillos por persona, después de Estados Unidos y Canadá. En Venezuela, son más de 3.500 las muertes por este mal hábito, según la Sociedad Anticancerosa de Venezuela.

La OMS informa que cada día se fuman en el mundo aproximadamente 15 billones de cigarrillos y estima que en los próximos años la cifra aumente, tanto que en 2020 esta adicción se convierta en la primera causa de muerte por encima de los ataques cardíacos, la tuberculosis, el sida, los accidentes de tránsito, el suicidio y hasta el homicidio, con un total de 10 millones de víctimas al año.

“El cigarrillo es una droga lícita que afecta el sistema nervioso central y dependencia, tanto física como biológica”, dice la directora de la Red Nacional Antidrogas, Missioty Gómez, quien junto a la Fundación José Félix Ribas (Fundaribas), adscrita al Ministerio de Salud, asistió el domingo al Ávila para entregar a los deportistas material informativo sobre cómo crear estilos de vida saludables, en el marco del Día Mundial sin Tabaco, celebrado ayer.

Fundaribas tiene previsto crear centros de orientación familiar y de prevención integral en todos los municipios y parroquias para el tratamiento de las adicciones, que incluirán comunas terapéuticas para quienes tengan un mayor grado de adicción y deban ser internados. “El cigarrillo posee cerca de 4.800 componentes químicos, de los cuales 200 son venenos comprobados y veinte, cancerígenos”, señala Rafael Sánchez, presidente de Fundaribas.

Por esta razón, la OMS advierte que el cigarrillo es el responsable de 30% de las enfermedades cardiovasculares, 75% de las bronquitis crónicas y 80% de enfisema pulmonar.

DAÑO COLECTIVO

Los daños que causa el cigarrillo no son discriminatorios. Según la OMS, más de 3 mil fumadores pasivos mueren al año como víctimas del cigarrillo ajeno, por lo que la organización de salud comprueba que el humo del tabaco es dos veces mayor que el efecto producido por los tóxicos.

“Muchos piensan que el cigarro sirve para relajarse y realizar actividades estudiantiles mejor, pero en realidad no lo hace, ya que es una droga estimulante que las personas asocian con tranquilidad, entonces es un tema psicológico que cuando el organismo se activa más, las personas se crean la idea de que sienten alivio”, explica el especialista en adicciones del Centro de Información y Educación para la Prevención del abuso de Drogas, Gianfranco Chiappe.

Además, este vicio deja secuelas en la descendencia del fumador, sobre todo en niños que tienen altas probabilidades de ser víctimas de esta adicción y de padecer enfermedades asociadas con dificultades respiratorias, bronquitis, neumonías, otitis, tumores, entre otras.

La Organización Mundial de la Salud también agrega que la disfunción sexual y la úlcera péptica son dos de los peores riesgos que puede padecer un hombre fumador. En las mujeres, el cigarrillo puede causar daños mayores: generar desorden menstrual, aumentar el riesgo de partos prematuros en los recién nacidos y reducir la fertilidad.

¿CÓMO PREVENIR?

El director de Salud Ambiental del Distrito Capital, Pedro Salazar, recomienda implementar mecanismos de comunicación más efectivos para informar a la comunidad, elaborar micros audiovisuales que creen conciencia acerca del riesgo que significa el cigarrillo para la salud de las personas. También se propone fortalecer las herramientas para manejar la ansiedad, reforzar el manejo de presión de grupo y realizar ejercicios físicos y mentales.

5 millones de personas fallecen al año por el cigarrillo

3.500 son las muertes anuales en Venezuela por fumar

15 billones de cigarrillos al día se fuman en el mundo

3 mil fumadores pasivos mueren al año

10 millones podrían ser las víctimas en el año 2020

Hablar tiene precio

Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual

Reprimir la disidencia parece ser la estrategia del Gobierno para distraer a los venezolanos de los verdaderos problemas del país. Opositores, críticos, sindicalistas, defensores de Derechos Humanos y manifestantes son perseguidos, detenidos y agredidos constantemente por funcionarios policiales o grupos afines al chavismo que intentan callar a todo el que opine distinto al presidente Hugo Chávez.

“La polarización le ha funcionado al Ejecutivo para mantener a la gente activa alrededor de su causa. Esto le permite logros políticos, pero no es rentable ni sostenible. Si desea mantenerse por otros períodos presidenciales debe entender que tiene que cambiar la forma de aproximarse al país. Tiene la posibilidad y el liderazgo de llamar a una reconciliación que haga que las prioridades sean la justicia, combatir la violencia y todo aquello que verdaderamente afecta a las personas”, afirma el director ejecutivo de Amnistía Internacional, Marcos Gómez.

El informe de esa ONG revela que en el año 2009 en Venezuela “se acosó, amenazó e intimidó a miembros de partidos de la oposición, recurriendo por ejemplo a la presentación de cargos penales falsos. En varias ocasiones, las fuerzas de seguridad optaron por no intervenir cuando simpatizantes del gobierno agredieron a presuntos opositores”.

Tal es el caso del ataque de activistas progubernamentales que, provistos de barras de hierro, machetes y armas de fuego, entraron a la fuerza en el Ateneo de Caracas en rechazo a la decisión de organizar un seminario para conmemorar el aniversario de Bandera Roja, partido izquierdista contrario al Gobierno. En esa oportunidad, los agentes policiales no intervinieron. “La policía tiene el tupé de decir que no puede hacer nada, ¿en qué país estamos viviendo?”, exclamó entonces la directora del Ateneo, Carmen Ramia.

CON MUCHO QUE ESCONDER

Los ataques a medios de comunicación son una muestra más de que el Estado no es claro en su gestión. “El Ejecutivo debe respetar la disidencia como una forma de obtener transparencia. Mantener a los medios en la línea del silencio le hace un daño profundo a la sociedad. Un estado que vea en los medios de comunicación una forma de detectar fallas para mejorar es un estado que va a responder a las expectativas de los ciudadanos. De lo contrario, convierte al país en un mar de complicidades que hace que el afectado sea el ciudadano”, agrega Gómez.

Respecto a la vulneración de la libertad de expresión, el estudio recordó que en 2009 “se acosó, intimidó y amenazó a periodistas” y destacó el cierre de las 34 emisoras de radio que, con el argumento de que no cumplieron las normas de telecomunicaciones, les fueron revocadas las licencias de emisión. “No obstante, como observó en agosto la relatora especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la declaración hecha pública por las autoridades… indicaba que la decisión de cerrarlas podría haberse debido a su línea editorial”, dice en el texto.

Los defensores de los Derechos Humanos también fueron atacados por los cuerpos policiales. “Las fuerzas de seguridad siguieron atacando, amenazando y acosando a defensores de los Derechos Humanos y a víctimas y familiares de víctimas de violaciones de DDHH que intentaban obtener justicia y reparación.

En noviembre asesinaron a Mijail Martínez, defensor de DDHH en el estado Lara y que formaba parte del Comité de Víctimas contra la Impunidad, organización con la que había colaborado en el rodaje de un documental que narraba historias de personas que habían sufrido violaciones de DDHH a manos de cuerpos policiales. Mijail también era hijo de Víctor Martínez, quien mantenía una posición frontal contra la corrupción, el narcotráfico y los grupos de exterminio dentro del Gobierno.

El representante de Amnistía Internacional agrega que, como el Estado se ocupa de atacar la disidencia, no invierte en los problemas del país. “El malestar social que transmiten los sindicatos, deberían ayudar al Ejecutivo a mejorar los servicios públicos, controlar a los funcionarios que fallan y reducir la violencia”, dice.

LO QUE NO SE OLVIDA…

Enero: Ataque al Ateneo de Caracas.

Agosto: Detención al prefecto de Caracas, Richard Blanco.

Ataque a Globovisión.

Ataque a periodistas de la Cadena Capriles.

Septiembre: Detención al estudiante Julio César Rivas.

Noviembre: Asesinato a Mijail Martínez en el estado Lara.

Diciembre: Traslado de Franklin Brito al Hospital Militar.

DDHH en crisis

Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual

“Tenemos mayor conciencia que nunca de los derechos humanos, mayor capacidad de comunicarnos en tiempo real, instancias increíbles en la historia para juzgar a los culpables, pero nos falta la voluntad de hacerlo. Los DDHH se han vuelto una fantasía para la mayoría de las personas del mundo”, asegura el director ejecutivo de la ONG Amnistía Internacional, Marcos Gómez, quien revela que en el informe 2009 se puede observar que lo común en los 159 países analizados es que los gobiernos dan prioridad a sus intereses económicos o políticos antes que a los DDHH.

Respecto a Venezuela, Gómez indica que es uno de los países con mayores índices de violencia interpersonal, mientras que Caracas está entre la primera y la segunda ciudad más peligrosa del mundo, junto con Ciudad Juarez, de México. “Hay una crisis profunda en la vida diaria de los DDHH de las personas. Nuestros jóvenes están muriendo a niveles inaceptables. Los abusos policiales se producen en un altísimo nivel, además de una profunda ineficacia policial”, añade.

El representante de Amnistía Internacional también destacó la influencia que tiene el descontrol de las armas en la violencia. “Nosotros revelamos que hay 6 millones de armas rodando en la calle, pero la Asamblea Nacional dice que hay entre 9 y 15 millones. El problema es que los jóvenes venezolanos tienen una adoración hacia la violencia armada”, dijo y aplaudió la Ley de Desarme, pero dio varias recomendaciones.

“Han debido incluir la participación de otras personas y países. Venezuela no debería inventar de nuevo cómo controlar las armas, porque hay una serie experiencias que ya han funcionado. Deberíamos tener una ley moderna que regule todo el ciclo de las armas. Esta ley se centra de nuevo en el asunto de la permisología. Estamos preocupados porque no se haya pensado en todo lo que tiene que ver con la reducción de las armas a componentes militarizados. También recomendamos incrementar la edad mínima de tenencia de armas. La Ley de Desarme debe ir acompañada del discurso público”, señala.

La situación económica y la forma en que el Ejecutivo aborda este aspecto es otra de las preocupaciones de amnistía Internacional. “No sabemos las consecuencias que pueda tener la intervención de empresas en este momento, eso lo dirán los indicadores futuros. Lo importante es que cada año debería responderse con nuevos puestos de trabajo. Se deberían crear 100 mil puestos de trabajo por cada presupuesto bienal. En vez de eso se están creando medidas que golpean a la población e incrementan la inseguridad”, denuncia.

Gómez además manifestó inquietud respecto al poder judicial, que no ha servido como medidador en la crisis de violencia; la incapacidad hospitalaria, que incrementa el número de muertos cada fin de semana; y la deplorable situación de las cárceles venezolanas, que empeora las condiciones de los reclusos, pues se encuentran hacinados y sin clasificación.

¿QUÉ HACER ENTONCES?

El director ejecutivo de Amnistía Internacional, Marcos Gómez, recomienda al Ejecutivo reducir la polarización e incrementar la participación. “El país ya no aguanta más esta crisis política. La prioridad del Estado está mal enfocada. Debe dejar de mantenernos en un estado de crisis permanente política y de intolerancia. Los medios de comunicación deberían ser bienvenidos, y el Poder Judicial debería funcionar con libertad y hacer la labor que requiere el país”, dice.

Policías sanguinarios

Por: Patty Fuentes Gimón /diario TalCual

“’Venimos a matar’ fue el eslogan con el que llegaron al estado Lara los funcionarios que se formaron en la Escuela de las Américas de Panamá y que todavía son policías aquí”, denuncia Iván Pérez, padre de Engel y Fabricio Pérez Heredia, quienes fueron asesinados el pasado 29 de abril de 2008 en el sector Yabalito, de Barquisimeto.

Los hermanos Pérez Heredia se dirigieron esa tarde a una entidad bancaria y luego a una casa de repuestos, donde fueron interceptados por agentes de la División de Investigaciones y Apoyo Criminalístico (DIAC) de la policía de Lara, quienes los obligaron a abordar un vehículo. “Tuve contacto con ellos hasta que salieron de depositar el dinero, pero luego no pudimos comunicarnos más porque ya se los habían llevado. Hicimos la denuncia y nos dijeron que tenían que transcurrir 48 horas para poder reportarlos como desaparecidos. Antes de que pasara ese tiempo, los funcionarios de la DIAC los llevaron a la morgue, simularon que fallecieron en un enfrentamiento con ellos y además les sembraron un arma”, recuerda Pérez.

Inmediatamente, la familia pudo darse cuenta de que Engel y Fabrizio no se habían enfrentado a los policías, sino que habían sido brutalmente torturados, pues presentaban múltiples escoriaciones, hematomas y tiros de gracia. Después de adelantar las investigaciones, el Cicpc también confirmó el doble homicidio de cuatro agentes de la DIAC: el sargento segundo Graciano Granda, el cabo primero Luis Camacaro, el agente Dixon Canelón y el distinguido Erick Torcate, a quienes el Tribunal sexto de Control les dictó medida privativa de libertad en la Comandancia de Policía y no en la cárcel de Uribana.

“Ninguno de los jueces ha hecho nada para enviarlos a la prisión. Siguen aquí como Pedro por su casa y hasta gozan de beneficios: pueden visitar a sus familiares e ir a los cumpleaños. También hubo una tramposería del abogado defensor de los policías, Pedro Troconis, un vagabundo sin ética profesional que logró que el expediente haya sido radicado en el Circuito Judicial de Carabobo con la excusa de que en Barquisimeto hay mucha presión”, señala el padre de las víctimas, quien a su vez destaca que en su estado hay descontento por los problemas de conducta de la policía “sanguinaria, que extorsiona, siembra drogas y quita la vida a los larenses”.

FRENTE CONTRA LA IMPUNIDAD

Tras la pérdida de sus hijos y los constantes delitos que cometen los cuerpos policiales de Lara, Iván Pérez conformó el Frente Clasista Argimiro Gabaldón para defender los Derechos Humanos y luchar contra la impunidad. “Tenemos una posición firme e irreverente de mucha constancia y perseverancia para hacer valer el derecho a la vida. No sólo luchamos para que se haga justicia por la muerte de mis hijos, sino por todos los muchachos que han sido asesinados en el estado”, dice y añade que el caso de Enger y Fabricio ha servido para destapar la “olla putrefacta” de los casos de delincuencia policial.

Pérez asegura que, ya sea en Valencia o en cualquier otra parte, va a insistir hasta conseguir que los agentes que asesinaron a sus hijos sean llevados a la cárcel de Uribana. “Como han cometido tantos delitos, ellos pensaban que este era un caso más en el que la opinión pública lo iba a aceptar, pero no. No nos aminoraremos hasta que se consiga la justicia y la verdad. Queremos que se acepten los precedentes y se reconozcan los hechos como fueron”, asegura.

¿QUIÉNES ERAN?

Los hermanos Heredia Pérez eran productores porcinos. Fabricio tenía 31 años cuando fue asesinado. Enger tenía 33 años y estudiaba séptimo semestre de Estudios Jurídicos en la Universidad Bolivariana de Venezuela, en el barrio San José de Barquisimeto. Ambos eran padres de dos niñas. Su padre, Iván Pérez, fue militante del Partido de la Revolución Venezolano y cree en un “proceso revolucionario que lleve al pueblo por los senderos soñados”.