lunes, 7 de febrero de 2011

“Tengo fuerzas gracias a mi familia”


Patty Fuentes Gimón

Diciembre de 2004 era la fecha tope para que Erasmo Bolívar saliera en libertad. Al menos así lo creían sus familiares. Ese año, el agente de la Policía Metropolitana, recluido por los sucesos del 11 de abril, planificó tener un hijo con Mayrim, quien actualmente es su esposa, para poder criarlo juntos. En mayo de 2005, nació la pequeña, pero Bolívar aún sigue recluido en Ramo Verde.

“De verdad pensábamos que a finales de 2004 él iba a salir porque eso nos decían siempre… que todo estaba hablado. Estábamos muy esperanzados, nunca pensamos que ocho años después íbamos a seguir en esto”, expresa Mayrim.

Aunque las cosas no han salido como ellos esperaban, el 21 de agosto de 2009, decidieron formalizar su relación y se casaron en la cárcel. Bolívar asegura que Mayrim fue la de la idea. “Ella está siempre pendiente de levantarme el ánimo, darme fuerzas y valor. También me enseña a mantenerme al pie del cañón. No es fácil para nadie meterse en esto desde el principio”, dice.

La esposa del interno insiste en que seguirán luchando porque ninguno de los dos decae fácilmente. “Todos los años, cuando llega enero, pensamos que antes de que finalice el año vamos a salir de esta situación. Chávez no se da cuenta del daño que le hace a la familia de los presos políticos, sobre todo a los niños. Mi hija va a cumplir seis años en mayo y ya está empezando a preguntar por qué su papá no la lleva a la escuela como a los otros niños, no duerme con ella y tienen casas distintas. Ella piensa que Ramo Verde es la casa de su papá”, relata.

La pequeña a su vez pregunta constantemente a su padre por qué trabaja tanto y manifiesta querer vivir con él. “En diciembre, su abuela la llevó a una iglesia cristiana en la cual todos hacían sus peticiones. La niña cerró los ojos y se le salieron las lágrimas. Cuando le preguntaron qué le pasaba, dijo que el único regalo que ella quiere en Navidad es que su papá salga de ahí”, cuenta Bolívar.

“Tengo miedo de perder la vista”
Además de que en el caso del PM se ha pasado por alto el debido proceso, están siendo violados sus Derechos Humanos. Hace aproximadamente un año, Bolívar sufrió un desprendimiento de la retina y lo operaron de emergencia. En junio de 2010, asistió a retirarse el silicón y los puntos.

“Desde entonces, he solicitado que me trasladen a un centro asistencial para hacerme los chequeos postoperatorios, pero el tribunal nunca me responde. Tengo miedo de perder la vista porque a veces la tengo nublada. La juez solicitó que venga un médico forense a vernos a todos los internos, pero todavía estamos esperando”, denuncia el privado de libertad que ingresó a la prisión cuando sólo tenía 27 años y ahora tiene 35.

Para “ganarle tiempo al tiempo”, Bolívar aprendió a hacer bisutería y es el coordinador deportivo de la prisión de Los Teques. “En diciembre de 2008, me lesioné en un torneo de baloncesto. Según la resonancia, en una rodilla tengo una contusión de los ligamentos y en la otra, un edema debajo de la rótula. Deberían operarme, pero el tribunal nos pone trabas”, añade.

A pesar de que el Estado ni siquiera está velando por su salud y de que en abril de 2009 lo sentenciaron a 30 años de prisión, el PM no pierde las esperanzas: “Mi familia me da mucha fuerza. Tendría que volver a nacer para agradecerles lo que han hecho por mí”. 



“Estamos aquí por una orden presidencial. Esto fue como una torta: se le dio el pedazo más grande a quien mejor le pareció porque no hay pruebas”  
Erasmo Bolívar

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