Patty Fuentes Gimón
Medellín llegó a ser cuatro veces más violenta que Caracas. Hace 15 años, en esa ciudad colombiana se registraban 400 homicidios por cada 100 mil habitantes. Hoy en día, se presentan 20 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
Caracas es la ciudad más violenta del continente, con 109 homicidios por cada 100 mil habitantes. “Hasta los años 60 y 70, éramos de las ciudades más pacíficas de Latinoamérica. Si no se hace nada para resolver la inseguridad actual, la situación podría ser tan grave como la que se dio en Medellín”, advirtió el vicepresidente de la Asociación Venezolana de Ejecutivos (AVE), José María De Viana, durante la presentación del estudio: “Caso Medellín: De la ciudad más violenta a la más segura”.
Tras notar que estas dos ciudades tienen semejanzas, la profesora Josefina Bruni Celli, investigadora del IESA, explica que las políticas determinantes del éxito en la lucha contra la inseguridad en Medellín fueron: colaboración entre el Gobierno nacional y el local, estrategia centrada en la recuperación del monopolio de la fuerza, transformación de los organismos de seguridad y conquista de espacios públicos para la ciudadanía.
Trabajo en equipo
No sólo se aliaron el Ejecutivo nacional y los gobiernos regionales, sino también instancias como el Consejo Metropolitano de Seguridad y la Policía Nacional Metropolitana, entre otras.
“Se crearon espacios conjuntos para el diálogo, el análisis y la discusión, lo cual resultó en una comprensión más profunda del problema y, en consecuencia, es una mejor formulación de políticas públicas”, refiere el estudio.
Recuperación del monopolio de la fuerza
En 1990, el Estado colombiano intentó combatir la violencia en Medellín a través de la mediación entre bandas y grupos armados y la autogestión ciudadana del conflicto, pero los resultados no fueron los esperados.
Por ello, en 2002 realizó operaciones militares para recuperar las comunas donde se concentraba la confrontación entre bandas y llevó a cabo el programa de desarme, desmovilización y reinserción de grupos armados.
Nuevos y mejores policías
La Alcaldía de Medellín formó y contrató periódicamente nuevos efectivos policiales, con un estricto proceso de reclutamiento, invirtió en tecnología para el desarrollo de un sistema satelital de diligencia por video y propició una relación entre la comunidad y la policía.
“La ciudadanía pasó a jugar el papel evaluador y contralor de la Policía Metropolitana e incluso de la Policía Militar”, se añade en el informe presentado por AVE.
Conquista de espacios públicos
Recuperar las zonas ocupadas por grupos armados “buscaba no sólo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino también erradicar el hampa y la actividad ilegal mediante una masiva presencia ciudadana en hermosos espacios públicos”.
Para tal fin, la Alcaldía de Medellín creó los Proyectos Urbanos Integrales como “instrumentos de intervención urbana”.
Todos los puntos pueden servir de guía para la capital venezolana, aquejada por la inseguridad pero con ejemplos cercanos de cómo lograr los cambios necesarios.