Eran las 7:20 de la mañana de un jueves como cualquier otro. Sólo faltaban cinco días para que Mijail cumpliera 24 años.
El joven esperaba a su madre fuera de su casa, en el sector Ezequiel Zamora de Barquisimeto, cuando se presentaron dos sujetos que lo obligaron a salir de su camioneta Terios y ubicarse detrás de ella. A los pocos segundos, le dieron tres disparos que le quitaron la vida, huyeron hacia un Malibú azul que los esperaba y desaparecieron.
Hoy, después de seis meses, siguen desaparecidos. “El primer detenido se dio dos días después y fue una persona desconocida que se presentó en el diario El Informador pidiendo protección por haber participado en el asesinato de mi hijo. Ese hombre dijo que él vino a mi casa a robar para conseguir una platica para diciembre, pero como mi hijo se le fue encima, tuvo que disparar. Lo detuvieron, pero se pusieron de acuerdo para dejarlo en libertad por haber sido un robo y no un sicariato. Lo sacaron por la parte de atrás del tribunal, por donde sólo puede estar personal autorizado”, relata el padre de la víctima, Víctor Martínez.
Pero Martínez no titubea al afirmar que su hijo fue víctima de sicarios, pues el hombre que se declaró culpable confesó haber asesinado en ocasiones anteriores.
“Era sicario, había matado hasta por una caja de cerveza. En una oportunidad mató a nueve miembros de una familia de paramilitares. Además, yo llevaba tiempo denunciando que me estaban amenazando por haber dado información sobre el narcotráfico dentro del Gobierno. Lo mandaron a matar porque no me hice cómplice de la vagabundería del Gobierno. Con eso intentan atemorizar a los que denuncian irregularidades de funcionarios”, dice.
César Vizcaya, representante del Comité de Víctimas contra la Impunidad en Lara, al que pertenecía Mijail, señala que esto es un pase de factura, porque “su padre tenía una posición frontal contra la corrupción y los grupos de exterminio del estado, así que decidieron golpearle donde más le duele: su hijo”.
Además, destaca que no le robaron la camioneta al joven, por lo que se puede intuir que se trató de un sicariato.
A los pocos días de la liberación, fue detenido un hombre llamado José Gregorio Daza, quien reconoció haber estado vinculado en el asesinato, pero luego confesó haber dicho cosas que no eran ciertas porque se vio obligado mientras lo golpeaban.
“Este fue otro montaje fraudulento para enredar la situación y cubrir a los verdaderos responsables”, agrega Martínez y dice estar seguro de quiénes son los autores materiales del homicidio.
FUNCIONARIOS QUE MATAN
Desde hace cuatro meses no ha habido ninguna detención, pero el padre de Mijail no se ha quedado tranquilo y ha avanzado en las investigaciones.
“El general Jesús Rodríguez Figuera le dio un dinero al comisario Jesús Núñez, quien pagó 30 mil bolívares a los sicarios que mataron a mi hijo. Núñez era quien llevaba el caso y resultó ser el jefe de la banda delictiva. Yo he puesto las denuncias, pero no los han puesto presos porque tienen padrinos en la dirección del Cicpc. ¿Por qué no me han denunciado por difamación e injuria? ¿Cómo es posible que este comisario lo que hizo fue entorpecer la investigación? Ahora se entiende todo al saber que él mata, roba y vende droga”, añade.
Martínez lamenta haber intentado la liberación del presidente Hugo Chávez el 27 de noviembre de 1992, quien “había prometido acabar con la inseguridad”, pues “ese mismo día, pero de 17 años después, tuvo que enterrar a su hijo “que murió en manos de los malandros del Gobierno”, dice el padre y también ex parlamentario del PSUV.
El padre de la víctima confiesa continuar enamorado de la vida y con más espíritu de lucha que antes. “La impunidad es la madre de la inseguridad; es un problema de salud pública porque los entes que deberían resguardarnos, participan en secuestros, robos y homicidios. Pero la muerte de mi hijo Mijail no va a quedar impune”, asegura.
VAN A LA FISCALÍA
Hoy a las 10:30 am, representantes del Foro por la Vida, diferentes ONG y medios de comunicación acudirán a la Fiscalía General de la República para entregar nuevas pruebas de la vinculación de funcionarios del Estado en la muerte de Mijail Martinez, quien fue asesinado hace seis meses.
¿QUIÉN ERA MIJAIL?
“Él era un joven soñador, sano, de carácter social y libertario. Formaba parte del Comité de Víctimas contra la Impunidad de Lara. Tenía muchas inquietudes por las letras, la música y era productor de radio, cine y televisión. Dejó diez composiciones de rock, 300 poesías inéditas y varias producciones audiovisuales”. Así lo describe su padre, Víctor Martínez.