PRÓLOGO
Este
libro tiene un nombre muy modesto: Ex
Presidiarios: Una Cadena Perpetua. Humilde título, ya que en estas páginas
no sólo se aborda el drama del preso liberado, del ex presidiario, sino también
la desgracia del reo aún sin liberar. Porque la historia entra a la celda y recoge la experiencia carcelaria de esos cinco
personajes recluidos, quienes después serán los ex presidiarios que la
protagonizan.
El caso es que aquí se habla tan
íntegramente de la postcárcel como de la cárcel misma; de la cárcel presente e
inclemente. Por eso, estas páginas abarcan una amplia dimensión penitenciaria y
criminológica como pocos libros editados en Venezuela la han alcanzado, ya que
trata de un estudio que desnuda también el origen del delito criminogenético en
sus personajes, quienes narran cómo se hicieron delincuentes y cómo algunos de
ellos se han reinsertado en nuestra sociedad. De modo que estamos en presencia
de una investigación no sólo penitenciaria, sino también criminológica.
Un trabajo que merecidamente obtuvo alta
calificación del jurado universitario, ante el cual sus jóvenes autoras optaron
a su licenciatura universitaria y que constituye un excelente documento
científico que perdurará en virtud de su bien lograda contribución técnica y
testimonial, porque la semblanza de cada una de las cinco figuras estelares
está muy bien lograda. Es particularmente reveladora la presencia de La Chiqui , ya que muy poco se expone en Venezuela
el tema de la delincuencia de mujeres y de las cárceles para este género. Pueden
considerase sorprendentes las informaciones y datos que se ofrecen en esta
publicación sobre ambas realidades tan desconocidas, y el hecho —afortunado— de
que su autoría sea obra de manos femeninas hace más vivo el relato.
Esas manos femeninas, que son las de hoy
licenciadas Karina Torres
Mota y Patty Fuentes Gimón, logran que este volumen alcance
verdadera trascendencia porque se trata de una trama severa, muy dura, y ha
sido tratada por estas muchachas con íntegra responsabilidad profesional y humana. Son unas páginas que ofrecen mucha enseñanza.
Yo saludo con entusiasmo la aparición de
Ex presidiarios: Una Condena Perpetua, y
agradezco profundamente que sus inteligentes y bellas autoras me hayan honrado
al solicitarme este exordio que vinculo al que representan Karina y Patty
quienes, en plena juventud, están otorgando este aporte que constituye un
documento científico testimonial que hará historia y al cual seguramente se
añadirán las contribuciones que en su promisorio futuro ellas tributarán para
el enriquecimiento de nuestro saber criminológico y penitenciario.
¡Felicitaciones, queridas Karina y
Patricia, por el título universitario tan brillantemente obtenido y por este
trabajo de grado que mereció la máxima calificación del jurado, y gracias por
concederme la posibilidad de ofrecerles, con este humilde prólogo, el
testimonio de mi homenaje a la obra que han realizado!
Elio Gómez Grillo
Elio Gómez Grillo es Doctor en Derecho, especialista en
Ciencias Penales y Criminológicas, fundador del Instituto Universitario
Nacional de Estudios Penitenciarios, profesor de Derecho Penal en la Universidad Central
de Venezuela, Individuo de Número de la Academia de la Lengua.
(Contraportada)
Este libro, producto de la acuciosidad e
inquietud social de dos jóvenes comunicadoras, Patty Fuentes Gimón y Karina Torres Mota, recoge las vivencias de
hombres y mujeres que han sobrevivido a la cárcel venezolana, a la cual, cuando
se ingresa, se pierde toda esperanza de una vida digna.
Sin discursos, sin consideraciones
retóricas, sin teorías sobre la rehabilitación, la reinserción social o sobre
la readaptación del recluso, en estas páginas nos adentramos en el drama de
seres que fueron a parar a un lugar donde cualquier resquicio de vida se compra
y en el que hombres, con sensibilidades, angustias, amores y recuerdos de
infancia, acusaron el duro golpe de la caída en el delito y en la prisión, de
repente o por los escalones que conducen al submundo en el que la violencia se
impone, se lucha por el poder, se contagia el mal de la droga, se palpa la
degradación humana y, excepcionalmente,
renacen posibilidades de una nueva existencia meritoria.
Estas historias nos hacen pensar en
hombres y mujeres que han acopiado, en experiencias dolorosas de esa realidad y
han cultivado en la maleza del horror humano, sus más nobles sentimientos.
Ellos recuerdan, con frialdad calculada, la gran mentira de una “Carta Magna”
en relación con el respeto a los derechos humanos, que no será tal mientras
existan estas oscuras mazmorras mantenidas para tranquilizar nuestra
consciencia con la apariencia de una justicia que sólo será verdadera si al mal
del delito le continúa una sanción proporcional, humana y ennoblecedora.
Las palabras de Barrabás, al final del libro, cuando expresa que “le debe a
Venezuela” a pesar de haberle pagado con su prisión, deben servirnos para
asimilar la lección de la deuda del país con la ley, al mantener el infierno de
nuestras cárceles.
Alberto
Arteaga Sánchez
Alberto Arteaga Sánchez es Doctor en Derecho, especialista
en Derecho Penal, profesor de postgrado de la Universidad Central de Venezuela,
Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de
Venezuela, y autor de numerosos libros.