Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual
La entierran hasta el cuello y la tapan por completo con una tela. Una multitud le lanza piedras, ni tan grandes ni tan pequeñas, hasta que fallezca. Es una muerte lenta producto de un engaño amoroso. Es la lapidación.
Sakineh Mohammadi, mujer iraní acusada de cometer adulterio, forma parte de las nueve personas que podrían ser lapidadas en los próximos días y sumarse a los más de 388 iraníes que fueron ejecutados en 2009 en ese país.
De acuerdo con Amnistía Internacional, 14 de esas muertes fueron llevadas a cabo públicamente, al menos una mediante lapidación y cinco eran de menores de 18 años de edad.
"Queremos elevar nuestra protesta para acompañar a las miles de voces internacionales que han ejercido presión ante la abominable acción del gobierno iraní. Las mujeres hemos sido por miles de años víctimas de violencia. No es posible que en el siglo XXI se esté ejerciendo este tipo de acciones", manifiesta la secretaria femenina nacional de Primero Justicia, Dinorah Figuera, quien encabezó ayer una manifestación frente a la embajada de Irán en Venezuela.
¿QUÉ PIENSA CHÁVEZ? El Gobierno venezolano no ha asumido posición frente al caso de Mohammadi, razón por la cual las mujeres de Primero Justicia exhortan al presidente Chávez, "aliado y amigo del mandatario iraní, a solicitar la defensa de la mujer en Irán".
Carmen Zerpa, concejal del municipio Libertador por el PSUV, asegura que si la decisión de lapidar a la mujer iraní estuviese en manos de Chávez, "perdonara a la joven y no permitiera que se ejecutara esa medida porque él siempre ha tomado una actitud sabia en la defensa de la mujer".
Aunque el Presidente dice respetar las decisiones y leyes de otras naciones, "hace críticas en cosas que le parecen que están fuera de orden", añade Zerpa, quien también considera que "los demás gobernantes deberían tomar el ejemplo de nuestro presidente; no deberían tener ese tipo de leyes ni juzgar a las personas de esa manera".
LEY CONTRA PACTO
Aunque la legislación iraní contempla la lapidación, esa ejecución viola los artículos 6 y 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que defiende el derecho a la vida y prohíbe la tortura y los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.