jueves, 30 de octubre de 2008

El quinto Beatle



Con tan solo tres años de edad, este niño surcoreano puede versionar casi todas las canciones de los Beatles.

En un programa de televisión de un canal coreano, el bebé se presentó para cantar temas de Los Beatles y causar sensación en la audiencia. Desde que subieron su video musical a YouTube es uno de los más vistos de la red.

Y es que a este coreano, a su corta edad, le sobran dotes para la música. Cuenta ya con un gran repertorio -no sólo Beatles- y eso, pese a vivir en un país en el que el inglés no es lengua oficial. Probablemente sus padres lo duermen con la música del grupo de Liverpool.

Es solista, pero a veces también canta con una banda musical que lo acompaña. No solo es curiosa su forma de cantar sino también su entonación del inglés.


“Urraca”, el asesino suicida

“¡Vamos, Gran Sol! ¡Corre, Rayo Láser! ¡Así se hace, Taconeo!” eran unas de las expresiones que gritaban los vecinos del bloque 34 del 23 de Enero antes de sentir que algo cayó desde el piso 8 hasta la planta baja. La explosión de una granada había interrumpido su acostumbrado “remate” de caballos. Luis Ramírez estima que eran las 3:30 de la tarde. Recuerda que se levantó de la silla y trató de tirarse al piso, pero la explosión lo agarró justo cuando tomó el impulso para caer.
Con la cabeza rota, un agujero en el cuello y las heridas repartidas por todo el cuerpo, Ramírez se levantó y corrió hacia la parte de atrás del edificio. Allí se encontró con la enfermera Irma Mora. Ella lo socorrió. "Gracias a ella hoy estoy vivo, porque la granada me reventó una arteria en el cuello. Ella me remitió al hospital Periférico de Coche. El domingo me dieron de alta", relató.
Ramírez es uno de los 19 heridos que, además de tres muertos, dejó el “introvertido, temeroso, solitario y de muy pocas palabras” Jefferson José Arnal, de 25 años, antes de expresar: “Le voy a tirar una granada a la banca”, según contó una joven de la zona.
Jefferson, mejor conocido como “Urraca”, tenía antecedentes penales, formaba parte de una banda peligrosa de narcotraficantes, y dedicaba la mayor parte de su tiempo a reparar armas y motos. Solamente aprovechaba esa destreza para ayudar a los hampones de la zona.
La familia de “Urraca” relata que fue criado en la Zona F del bloque 34. El joven terminó bachillerato y tuvo dos trabajos, pero luego comenzó a consumir drogas y desde hacía dos años vivía en la calle.
Algunos vecinos recuerdan que a las seis de la mañana de ese terrible sábado Jefferson estaba reunido con nueve compañeros de banda frente al bloque. Allí se dedicaban a drogarse, darse golpes y amenazarse de muerte.
Mientras algunas de las víctimas fueron trasladadas a los hospitales Vargas y Pérez Carreño, Arnal murió poco después de ingresar al Periférico. Algunos vecinos cuentan que, luego de arrojar la granada, “Urraca” se lanzó desde el piso 8.
Los sobrevivientes seguirán ligando el triunfo de sus caballos con la esperanza de que algún día termine la guerra que se vive en el 23 de Enero.