Un pequeño espacio donde no hay censura para denunciar las violaciones de los Derechos Humanos de los venezolanos. ¡La libertad de expresión no se negocia!
viernes, 11 de junio de 2010
Parapeto mediático
No fue un accidente
El Comité de Víctimas contra la Impunidad del estado Lara recuerda que los periodistas muertos acompañaron su lucha
"Exigimos que se determine la responsabilidad penal de quienes atentaron contra la vida de cuatro comunicadores sociales del diario La Prensa, provocando la muerte de dos de ellos, Elisa Mejías y Miguel Ángel Carrero. Son los mismos periodistas que a lo largo de los años han acompañado a los miembros del Comité de Victimas contra la Impunidad del estado Lara enarbolando el mismo reclamo: que los culpables sean juzgados y condenados", se manifiesta en el comunicado enviado por ese comité.
Mejías y Carrero murieron en horas de la madrugada del pasado sábado cuando regresaban de trabajar en un vehículo Chevrolet Aveo que fue impactado en la parte posterior por otro carro que, presuntamente, los perseguía en la calle Los Llanos, ubicada en Cabudare del estado Lara.
En el acontecimiento resultaron heridos Nabetse Damas Torres y Darwin José Jiménez, quienes fueron entrevistados por la fiscal 4º de Lara, Yaritza Berrios Baptista, quien investiga el caso junto al Cicpc.
En el escrito se rechaza la versión de Tránsito Terrestre que "pretende desviar las investigaciones con la tesis de un `simple vuelco’ cuando existen versiones de testigos que refieren que el vehículo en el que se desplazaban las víctimas fue perseguido y golpeado hasta producir su volcamiento y que los sobrevivientes, heridos, fueron cruelmente agredidos por sus victimarios".
César Vizcaya, del Comité de Víctimas contra la Impunidad de Lara, destaca que, si es cierto que los periodistas se atravesaron en la ruta del pique de carros, es importante tener en cuenta que generalmente las personas que hacen esas carreras nocturnas "no están en sus cabales y han consumido drogas".
Tras expresar sus "más sentidas palabras de condolencia y solidaridad activa con los familiares y amigos" de los comunicadores sociales, en el texto se exige al Ministerio Público y a los organismos de investigación que "por una vez en su historia sancionen las leyes de la justicia y no las de la impunidad, y respondan al clamor del pueblo larense, cumpliendo con el mandato constitucional de administrar justicia transparente, imparcial y expedita".
También se exhorta a "garantizar que los autores materiales no vuelvan a repetir sus actos criminales sumando más sangre, luto y sufrimiento a la familia larense".
"Ojalá los organismos sean eficientes y objetivos en este caso, y no se espere que tenga que declarar el ministro de Interior, Tareck El Aissami, para que el Cicpc logre capturar a los presuntos victimarios de los periodistas que venían de cumplir con sus labores e iban de regreso a sus casas", dice Vizcaya.
Ejemplo de seguridad
miércoles, 9 de junio de 2010
Seguridad en pie
Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual
Cada año son asesinadas más de 10 mil personas en Venezuela. En los últimos cinco años, la violencia ha pasado a ser el problema que más preocupa a la mayoría de los venezolanos.
Probablemente, muchos no le ven salida a esta situación, pero el profesor de Criminología de la Universidad de Otawa, Canadá, y director ejecutivo del Centro Internacional para la Prevención de la Criminalidad, Irvin Waller, tras la elaboración de varios estudios, brinda numerosas propuestas para acabar con la violencia.
"En primer lugar, se debe pasar del sistema antiguo, que se basaba en el victimario, a la focalización en la víctima. Luego, es necesario tener claro que la visión es a largo plazo: aproximadamente diez años. También se deben utilizar los éxitos para ilustrar que la inversión es muy rentable", explica el criminólogo.
Al indicar que en Canadá se presentan dos homicidios por cada 100 mil personas, compara que en Venezuela mueren a manos del hampa entre 50 y 100 individuos por cada 100 mil habitantes, y establece diversas transformaciones necesarias: en vez de que haya cada vez más justicia penal, policías, reclusos y abogados, debe crearse más protección a las víctimas y mayor participación de los ciudadanos en la resolución de conflictos; dejar de debatir sobre los códigos penales y los dogmas legales para elaborar un plan de acción sobre los factores de riesgo en el país; obtener como respuesta más medidas de reducción del crimen que penas proporcionales; y, por último, el resultado será menor cantidad de víctimas y victimarios, en vez de más arrestos y penas.
Para esto, Waller recomienda realizar encuestas de victimización a través de las cuales se podrá obtener información acerca de: riesgo y repetición de ser víctima de un mismo hecho, victimización en contra de las mujeres, informes de las víctimas a los cuerpos de seguridad, participación del tribunal y confianza en el sistema de policía y de justicia.
SI BOGOTÁ PUDO ...
"¿Cómo fue posible en Bogotá y no en Caracas?", se pregunta el profesor canadiense, quien asegura que en América Latina, por muy difícil que parezca ponerle fin a la violencia, sí existen formas de lograrlo.
Waller reitera que la violencia juvenil aumentará. "Si se vive en relativa pobreza, se crece siendo testigo de violencia familiar, existe exclusión o deserción escolar, no hay respuesta frente a la victimización, y hay desempleo, cultura de violencia, excesivo alcohol y disponibilidad de armas".
La socióloga Verónica Zubillaga coincide con el profesor de Criminología y agrega que 60% de los venezolanos que son víctimas de homicidios son jóvenes que habitan en barrios populares. "Hace 15 años, los accidentes de transporte eran la primera causa de muerte de jóvenes en Venezuela; ahora es el homicidio.
La mayoría de los individuos que cometen este tipo de delitos fueron víctimas del acoso de jóvenes de bandas armadas y se hallan en situación de desamparo. Frente a esto, comienzan a participar en bandas armadas para dejar de sentirse agredidos y así inhibir las agresiones de los otros muchachos", dice.
Zubillaga también expone que la presencia de armas en su entorno cercano, la exclusión escolar y laboral, la imagen de humillación de ser pobre, la profunda desesperanza de futuro, la facilidad para organizar tráficos ilegales y los valores seducidos por este poder que representa el malandro en el país, hacen más factible que los adolescentes entren al mundo de la delincuencia.
"Debido a la ausencia de redes sociales de integración, las bandas son las organizaciones más cercanas para integrarse y ejercer la violencia es una condición para pertenecer a esos grupos.
La violencia les permite tener recursos rápidos y constituirse como varones de referencia", añade, y plantea salidas al conflicto: creación de programas de educación infantil y juvenil masivos, políticas de preservación de la vida (desarme y control de armas) y de empleo juvenil, y elaboración de programas culturales para que los jóvenes tengan identidades reconocidas.
¿Cómo disminuir la violencia en América Latina?
1. Con proyectos que incluyan a los jóvenes.
2. Reduciendo el uso nocivo del alcohol.
3. Disminuyendo el acceso a las armas.
4. Con una financiación permanente de programas y gobernabilidad.
5. Con más gastos en asistencia a víctimas que en policía, tribunales y cárceles.
CIFRAS
1 de cada 4 ciudadanos es víctima cada año de un crimen común en el mundo
Más de 10 mil personas mueren asesinadas al año en Venezuela