viernes, 6 de mayo de 2011

"Mi hijo volvió a nacer"


Patty Fuentes Gimón
Hizo falta una semana trágica para que las autoridades penitenciarias resolvieran una pequeña parte de lo que, por la naturaleza de sus cargos, les corresponde solucionar a diario.

Después de que el miércoles en la noche fueran liberados seis de los 22 funcionarios (12 mujeres y 10 hombres) de la cárcel Rodeo II, en Guatire, ayer los internos del penal acordaron con el Ministerio de Interior y Justicia poner en libertad al resto de los rehenes.

El viceministro de Política Interior y Seguridad Jurídica del MIJ, Edwin Rojas, anunció la destitución del director de Custodia y Seguridad Penitenciaria del Rodeo II, Miguel Jiménez, quien será reemplazado por Trino Gómez, y el traslado a un centro hospitalario de los seis internos con síntomas de tuberculosis: Jorge Luis Blanco, Jose Miguel Monasterios Moreno, Freddy Borges, Heriberto Avariano, Carlos José Álvarez Ávila y Fernando Molina.

Estas dos decisiones llevaron a que los reclusos cesaran la huelga, los familiares de los privados de libertad retomaran las visitas y a que los parientes de los rehenes tengan de vuelta a sus hijos, padres, sobrinos o hermanos.
 

Un ejemplo para las autoridades
Reinaldo Jurado, consultor jurídico del Rodeo II, es uno de los funcionarios que permaneció una semana secuestrado en el retén. Mientras tanto, sus padres y su tía se instalaron a las afueras del penal, siempre esperando que una de aquellas noches fuera liberado.

“Cuando caían las seis de la tarde, se nos iba cayendo la esperanza de ese día, pero con la lucha y la fuerza nos quedábamos aquí con mucha perseverancia todos los días. El viernes y el sábado no tuvimos contacto con él y esa fue una situación bastante tensa, preocupante. Había que esperar que dentro del penal, no sabemos quién, empezara a mantener el contacto con nosotros. Además, estuvo sin batería un tiempo y me llamaba de un teléfono que no se de quién era”, relata la madre del rehén, Milagros Marín, mientras se seca las lágrimas del rostro.

Marín cuenta que, según lo que le decía su hijo, los mismos internos eran quienes les daban comida. “Los bendecidos, los religiosos, ayudaban a hacer las comidas. Les daban poco agua porque en esta zona se fue el agua por varios días. Los mantenían en las celdas; hubo momentos en los que estuvieron separados. A veces, les pasaban colchonetas para que no les pasara nada, pues ellos mismos los protegían”, añade. Sin embargo, la madre aclara que “no los trataban muy muy muy bien, sino bajo las condiciones básicas, lo elemental”.

El padre, Reinaldo Jurado, por su parte, asegura que su hijo “mantuvo siempre los pies sobre la tierra. A ellos les dieron un trato muy especial y esto sirve de ejemplo para las autoridades para que vean que se pueden resolver las cosas poniéndoles a los reos sus comodidades básicas y haciendo que el proceso penal sea más rápido. Las condiciones tienen que mejorar. Yo como padre del consultor Reinaldo Jurado fui y sigo siendo muy celoso de que se le cumplan a todos los internos sus peticiones”, expresa.

Jurado también narra que tiene una comunicación muy efectiva con su hijo. “Una de las cosas que yo le dije era que vea el cielo. Él interpreta muy bien lo que yo le quiero decir porque soy funcionario también. Le quise dar a entender que lo único que uno tiene libre es el pensamiento. Me imagino que en ese momento cerró los ojos y se imaginó que estaba en una piscina o en otro lugar mejor. Supimos interpretar muy bien los mensajes y no tergiversarlos, mas no le respondíamos muchas veces porque como no lo estábamos viendo, no sabíamos si en realidad era él o estaba bajo presión”, dice.

El papá de Reinaldo Jurado piensa que su hijo no dejará de trabajar en las cárceles, a pesar de lo que tuvo que padecer, pues “le gusta mucho su trabajo, por eso estudió esa carrera”.
Su madre, muy feliz, manifiesta que quiere trasladarlo a casa para consentirlo: “Quiero llevármelo, cargarlo y que vea a su hermanita que lo está esperando. Ahora que lo vi pasar, lo veo completo. Gracias a Dios, volvió a nacer y yo volví a la vida!”.


Calma para la visita
Afuera de Rodeo II esperaban ayer con ansias los familiares de los reos, pues después de una semana retomaron la visita.

Libia Méndez tiene a su esposo en el penal desde hace seis años. Ella relata que, durante los días del secuestro, tuvo contacto con él y pudo conocer que estaban casi sin comida y sin agua.

Por su lado, el hijo de 18 años de edad de Ana Mireya García fue detenido hace un año y 5 meses, pero aún no ha sido sentenciado. “Mi hijo debe estar desmayado de hambre porque lo que le traigo siempre es poquito, lo que me alcanza de mi bolsillo. El hijo que me ayudaba con el dinero se mató el año pasado y también tengo a un hijo de 11 años que mantener, pero no tengo esposo. Además, mi hija se quedó sin trabajo a raíz de esto; nos hacen la vida imposible porque dicen que fue un intento de secuestro, pero fue una riña”, relata.

Compromisos del MIJ
El viceministro de Política Interior y Seguridad Jurídica del MIJ, Edwin Rojas, informó que en un acta suscrita, firmada y sellada por el referido despacho y los voceros de los familiares de los reos, se pactó:
1. Destituir al director de Custodia y Seguridad Penitenciaria del Rodeo II, Miguel Jiménez, quien será reemplazado por Trino Gómez.
2. El Ministerio Público abrirá una investigación en el recinto penitenciario y tramitará una medida de protección para los familiares que guardan relación con los hechos.
3. El MIJ y el MP instalarán un operativo de salud en dicha cárcel “en aras de realizar un chequeo con los especialistas y seguir ampliando el sistema de salud, mejorar las condiciones de salud y del área de enfermería”.
4. La Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios se compromete a enviar un equipo técnico que “integrará la junta de clasificación para la respectiva evaluación, observación y clasificación de la población privada de libertad”.
5. El MIJ y el MP instalarán una biblioteca para los internos de Rodeo II.
6. Trasladar a un centro hospitalario a los seis internos con síntomas de tuberculosis.
7. El MIJ “se compromete a tratar de que no haya represalia contra la población reclusa y sus voceros bajo la supervisión de los familiares y la Dirección de Derechos Humanos”.

Descaro penitenciario
Tras la liberación de los 15 rehenes, el viceministro de Política Interior y Seguridad Jurídica del MIJ, Edwin Rojas, invitó a los reos de Rodeo II y a sus familiares a “retomar la normalidad y la dinámica del sistema penitenciario para que sigamos avanzando en función de un sistema cada día más digno, que poco a poco dejará aquellos problemas que heredamos del pasado y se establecerá bajo los principios de humanismo, convivencia y respeto al estado de derecho”. También aseguró a los reclusos que “la causa por un sistema más justo es nuestra causa” y que “la lucha por los privados de libertad es la lucha del Gobierno bolivariano”.


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