Patty Fuentes Gimón
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa condenó que el presidente Chávez recibiera el pasado martes el premio Rodolfo Walsh de la Universidad Nacional de La Plata, pues asegura haber presenciado hechos que generan censura y autocensura, además de establecer en el país la “hegemonía comunicacional”.
La agrupación de periodistas destacó que en Venezuela el acceso a las fuentes gubernamentales es bastante limitado, al igual que a los boletines, informes y hasta el sueldo de funcionarios públicos.
En cuanto a las agresiones a comunicadores sociales, el SNTP señaló que desde 2005 hasta 2010 Espacio Público registró 186 casos. “Esta intolerancia desde el más alto Gobierno es replicada en los sectores de base que los apoyan y que en ocasiones agreden física o verbalmente a los trabajadores de los medios, que previamente el Gobierno ha identificado como sectores oligarcas”, se añade en un comunicado.
Los periodistas no sólo son agredidos, sino también intimidados. “Así le ocurrió el 27 de septiembre pasado a la periodista venezolana Andreína Flores, corresponsal de RCN Colombia y Radio Francia, a quien Chávez llamó ignorante, mentirosa y expuso al escarnio público en cadena nacional de radio y televisión, por hacer una pregunta de por qué si la oposición había recibido mayoría de votos en los pasados comicios legislativos, había obtenido menor cantidad de diputados”, se ejemplificó en el texto.
Además, el sindicato se refirió al constante cierre de medios en el país, entre los que resaltó el de RCTV y el de las 32 emisoras de radio: “Los medios de comunicación independientes están siendo sometidos a un asedio económico importante, usando para ello al organismo tributario. Además, persisten las severas restricciones a la importación del papel para la elaboración de periódicos, debido al control cambiario impuesto”.
Por último, el SNTP dejó ver la criminalización de la opinión, que ocurre por la falta de independencia de los poderes públicos, ya que “se ha incrementado el intento del Gobierno de castigar con prisión a quienes puedan decir señalamientos en su contra”.
“El SNTP considera que tal balance no puede sumar méritos para obtener un premio en un claustro universitario, que debería impulsar desde sus aulas una defensa férrea de las libertades de información y expresión. Más bien, los trabajadores de la prensa en Venezuela esperaríamos la solidaridad continental, fundamentalmente de los países de donde salieron gran cantidad de ciudadanos perseguidos por dictaduras y que encontraron en el suelo venezolano un refugio y una nueva patria”, expresa el sindicato.
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