lunes, 21 de marzo de 2011

“Me recuperaré cuando Chávez se vaya”



Patty Fuentes Gimón
Foto: Emilio Boschetti
Su voz no se quiebra ante las adversidades. Estar pagando una condena de seis años no frena su lucha. A pesar de estar detenido desde el 2 de diciembre de 2009 en el retén policial Patrulleros de Caroní, en Puerto Ordaz, William Saud mantiene firme su posición de reorganizar la pequeña minería.

“Luego de operarme, pasaré un tiempo en casa de mi hija en Maracay y después regresaré a mi tierra, en Las Claritas, donde realmente hago falta porque tengo una responsabilidad con la pequeña minería que nos la quieren desarticular”, dice el minero de 62 años que hoy desde las 5:00 am se someterá a una operación a corazón abierto, con una duración de entre 9 y 11 horas, en el Hospital Clínico Universitario de Caracas.

−El Estado creó en 2004 la Misión Piar, ¿qué pasó con ese plan?
−Es lamentable reconocer que por quien votamos para que hubiera cambios, lo que hizo fue dejarnos un futuro incierto. Chávez inicialmente nos prometió un reordenamiento de la pequeña minería con la Misión Piar. Por eso me aboqué a colaborar con él, pero luego me vi traicionado. Ahora el general Rangel Silva, encargado del Plan Caura, ordena maltratar a los mineros, pero no vamos a tolerarlo. Si hay que pagar presidio, lo pagaremos pero seguiremos en la lucha hasta que logremos legalizar la pequeña minería.

−Entonces usted estaba con el Gobierno antes de ser detenido.
−Yo nunca he estado con este Gobierno ni con Gobierno alguno. Siempre estoy del lado de la razón, donde hay una legalidad para el desarrollo de la pequeña minería. Vi en la Misión Piar una luz al final del túnel después de tantos años, pero fue un desencanto más. Protestamos en 2005 porque la trasnacional Crystallex International Corporation incumplió un contrato que había firmado con la Corporación Venezolana de Guayana para beneficiar a las comunidades y generar 4.500 fuentes de empleo en menos de dos años. Después de 6 años, el pasado 3 de febrero, la CVG rescindió el contrato por incumplimiento, o sea, nos dio la razón.

−Si usted sólo lideró una protesta común, ¿por qué el Estado se ensañó de esa manera?
−Si hay algo que altera los nervios de los políticos es que los desenmascaren. El general Francisco Rangel Gómez, que era presidente de la CVG en 2002, fue quien otorgó a la trasnacional la concesión sin licitación donde está detectado el yacimiento aurífero más grande de Latinoamérica y el tercero del mundo, con reservas de más de 20 millones de onzas de oro. Luego, Crystallex le otorgó en 2002 al general 15 millones de dólares en efectivo para ser invertidos en servicios comunitarios, pero hasta el sol de hoy no sabemos qué pasó con ese dinero.

Prisioneros del mañana
Su salud se ha visto cada vez más afectada desde que fue apresado en 2009. Los tribunales no habían cumplido con sus deberes hasta la semana pasada que Saud recibió una medida humanitaria extraordinaria para colocarse tres bypass, pues tiene tres arterias obstruidas.

“Yo era un hombre sano, activo y trabajador. La enfermedad que me aquejaba antes de ser detenido era cáncer de piel, que me estaba haciendo metástasis, por el exceso de sol al que me sometía a diario. Le exigí a los tribunales que autorizaran el traslado a un centro de salud porque además tenía enfisema pulmonar, pero me fue negado durante un año. Eso fue acrecentando mi padecimiento. Se me complicó la próstata y comencé a sentir dolores en el pecho”, relata el minero.

En enero de este año, por fin fue trasladado a una clínica de Puerto Ordaz e intervenido quirúrgicamente para atacar el cáncer. Cuando se realizó los estudios preoperatorios, también se aplicó un examen completo en el que se reveló una afección cardiológica, por lo que había que operarlo con urgencia. No fue sino hasta el pasado jueves que lo llevaron al Hospital Clínico Universitario.

−¿Considera que el problema que tiene ahora en el corazón es consecuencia de la prisión?
−Definitivamente mi afección cardíaca se generó por el encierro. Nunca me había separado de mi familia. De repente, me vi privado de libertad ilegítimamente y de manera injusta. Sin duda, eso me causó reacciones orgánicas, sobre todo en el corazón. El estrés agravó mi padecimiento, nunca había sufrido del corazón.

−Le otorgaron una libertad provisional…
−Esta no es ninguna libertad. Es una medida chucuta porque el Poder Ejecutivo tiene secuestrado al Poder Judicial que perdió la legitimidad, autenticidad y autonomía. El Poder Judicial hace lo que dictamine una llamada telefónica.

−¿Quién determina cuándo estará usted completamente recuperado?
−Mi recuperación total depende de cuando se vaya Hugo Chávez. Ahí sí voy a enfrentar a la justicia, pero una justicia diferente, con jueces honestos, que no se vendan ni obedezcan órdenes políticas y que tengan solvencia moral. Con esos jueces es que quiero enfrentarme porque la situación va a ser diferente. Los que ayer me acusaron serán los prisioneros de mañana. Una de las habitaciones que hay en el calabozo donde estoy se la tengo al general Rangel Gómez y la otra a Chávez, por supuesto, porque le voy a planchar la verruga.

−¿Cómo ha sobrellevado su familia toda esta situación?
−Mi familia es muy solidaria. A pesar de todas las vicisitudes, han sido fieles conmigo. Seguimos luchando y enfrentándonos con sacrificio y mucho coraje a esta situación. Tengo cinco hijos, seis nietos y una esposa bella que amo mucho.

−¿Su esposa se mantiene fuerte?
−Claro que sí. No sólo porque sabe que seré liberado, sino porque saldré reconstruido y repotenciado para darle tres muchachos más.

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