Patty Fuentes Gimón
El presidente Chávez vive alardeando la necesidad de que haya igualdad social en el país y criticando a los “oligarcas” por siempre “haberlo tenido todo”. Sin embargo, mientras los hospitales venezolanos están cada vez peores y a los presos políticos se les niega tratarse en sus hogares, el mandatario ha recibido las mejores atenciones médicas, dentro y fuera del país, para atacar el cáncer que padece.
El secretario general de Proyecto Venezuela, Carlos Berrizbeitia, estima que en los últimos cuatro meses el Gobierno ha gastado alrededor de 6 millones de dólares nada más en vuelos a Cuba. “Prácticamente, ha habido un puente aéreo entre Maiquetía y La Habana. Estamos hablando de más de 200 horas de vuelo porque en su recuperación, no sólo ha viajado él, sino también su familia, sus ministros y ha despachado desde allá”, dice.
Aunque el también diputado por la Mesa de la Unidad no conoce el monto exacto que se ha invertido en total para la enfermedad del Presidente, asegura que “todo ha sido pagado con dinero del Estado”, lo que a su juicio resulta lógico. “Lo criticable es la diferencia del empeño que se pone en su enfermedad con el trato que se le da a los hospitales”, añade.
Tanto en el Hospital Militar como en Miraflores se hicieron remodelaciones para brindarle a Chávez todos los servicios médicos. “Cuando va al Hospital Militar se paraliza todo, lo que ocasiona problemas a los demás pacientes. Está bien que tenga sus normas de seguridad como todo Presidente, pero no se debería restringir el paso de todo el Hospital”, opina Berrizbeitia.
Presos y contagiados
Situaciones totalmente diferentes se presentan en los casos de presos políticos como Henry Vivas, a quien se le detectaron 18 patologías, y José Sánchez Mazuco, quien padece de cáncer de próstata. Los abogados de estos reclusos han solicitado medidas humanitarias para ellos, pero hasta ahora el Estado no se las ha otorgado.
“En el caso de Mazuco parece que hay apatía por parte del Tribunal que sólo tiene que enviar el informe médico forense para conocer la opinión fiscal. Ha transcurrido una semana desde que pedimos la medida y no se ha hecho ninguna gestión. Y en el caso de Vivas, como no es cáncer, el Tribunal (a solicitud de la Fiscalía) no quiere entender que el cuadro completo es grave: podría quedar ciego y sordo, duerme sentado y tiene un tumor en la garganta, entre otras dolencias”, explica la abogada Theresly Malavé.
El diputado de la MUD Eduardo Gómez Sigala considera que entre la forma en que se ha tratado la enfermedad de Chávez y la manera en que se niega la salud a los presos políticos “no hay punto de comparación; lo que hay es una falta de consideración por parte del Estado”.
“Es razonable que un Presidente tenga un tratamiento adecuado. Chávez ha podido decidir qué tipo de tratamiento aplicarse y dónde recibirlo. Esa es la diferencia con las personas recluidas que no tienen esa suerte ni han podido tener un entorno familiar que los ayude en su recuperación”, agrega.
Cáncer como propaganda
El secretario general de Proyecto Venezuela, Carlos Berrizbeitia, critica que Chávez ha usado su enfermedad como una forma política para mejorar su imagen, lo que también implica enormes gastos de dinero, en publicidad y en cadenas presidenciales. “El Gobierno ha hecho de la enfermedad del Presidente un problema de Estado. Es posible que lo sea, pero no puede estar por encima de los problemas de los venezolanos”, señala.
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