Patty Fuentes Gimón
Pese a la creación del Ministerio de Servicios Penitenciarios, la discusión del Código Orgánico Penitenciario y todo lo referente al Plan de Humanización, el sistema carcelario sigue decayendo.
De acuerdo con el informe que presentó ayer el Observatorio Venezolano de Prisiones, en lo que va de año han sido asesinados 489 internos: 309 de enero a julio, 148 desde que Iris Varela asumió el ministerio hasta hoy y 32 en los retenes policiales. Durante los primeros siete meses del año hubo un aumento de 40% respecto al mismo período de 2010, cuando fueron 221 los privados de libertad fallecidos.
“Más o menos 45% de las personas que ingresan a una prisión tienen posibilidades de morir en las cárceles, cosa que resulta ilógica porque se presume que cuando alguien es detenido ya está en manos de la justicia, por lo que su integridad física debe ser resguardada y deben brindarle herramientas básicas para su rehabilitación”, asegura Humberto Prado, director del OVP.
Los penales más violentos han sido hasta ahora: Uribana (37 asesinados y 155 heridos), Sabaneta (29 y 132), Tocuyito (28 y 62), La Planta (25 y 56), Rodeo I (25 y 56) y Tocorón (17 y 56).
Huelgas, secuestros y más
Además de los muertos, han resultado heridos 1.061 reclusos y han ocurrido 14 coliseos (con un total de 58 lesionados y un muerto).
También se han producido 59 fugas: ocho por parte de los internos que optaban al Destacamento de Trabajo, seis de los que estaban en tribunales, 19 en hospitales y 26 en penales.
En las requisas, se lograron incautar 302 chuzos, 53 chopos, nueve revólveres, 11 escopetas, dos subametralladoras y dos granadas. “Ha bajado el número de instrumentos ilícitos en comparación con otros tiempos, pero antes bajaba la cantidad de muertes cuando se requisaba mucho armamento”, añade Prado.
A su vez, se produjeron 11 huelgas de hambre y cuatro de sangre, seis secuestros y un autosecuestro. “Llamamos la atención de las autoridades porque siempre que hay este tipo de eventos, inmediatamente se producen traslados a diferentes centros carcelarios. La gestión de la ministra debe poner en práctica un plan de retorno de los internos a sus centros de origen, donde tienen cerca sus circuitos judiciales y sus núcleos familiares, y crean menos problemas. No se puede resolver el problema de un penal trasladándolo a otro”, sostiene el director del OVP.
El OVP recomienda:
- Descentralización carcelaria.
- Más personal penitenciario con más sueldo.
- Pasar de Bs 9 a Bs 50 diarios por interno para la alimentación.
- Construcción de al menos 14 prisiones en 5 años.
- Incorporar proyecto para el tratamiento de los familiares y para la salud, educación y trabajo de los internos.
- Sincerar la cifra de los internos.
- Discutir el Código Orgánico Penitenciario con la sociedad.
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