martes, 1 de junio de 2010

Hablar tiene precio

Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual

Reprimir la disidencia parece ser la estrategia del Gobierno para distraer a los venezolanos de los verdaderos problemas del país. Opositores, críticos, sindicalistas, defensores de Derechos Humanos y manifestantes son perseguidos, detenidos y agredidos constantemente por funcionarios policiales o grupos afines al chavismo que intentan callar a todo el que opine distinto al presidente Hugo Chávez.

“La polarización le ha funcionado al Ejecutivo para mantener a la gente activa alrededor de su causa. Esto le permite logros políticos, pero no es rentable ni sostenible. Si desea mantenerse por otros períodos presidenciales debe entender que tiene que cambiar la forma de aproximarse al país. Tiene la posibilidad y el liderazgo de llamar a una reconciliación que haga que las prioridades sean la justicia, combatir la violencia y todo aquello que verdaderamente afecta a las personas”, afirma el director ejecutivo de Amnistía Internacional, Marcos Gómez.

El informe de esa ONG revela que en el año 2009 en Venezuela “se acosó, amenazó e intimidó a miembros de partidos de la oposición, recurriendo por ejemplo a la presentación de cargos penales falsos. En varias ocasiones, las fuerzas de seguridad optaron por no intervenir cuando simpatizantes del gobierno agredieron a presuntos opositores”.

Tal es el caso del ataque de activistas progubernamentales que, provistos de barras de hierro, machetes y armas de fuego, entraron a la fuerza en el Ateneo de Caracas en rechazo a la decisión de organizar un seminario para conmemorar el aniversario de Bandera Roja, partido izquierdista contrario al Gobierno. En esa oportunidad, los agentes policiales no intervinieron. “La policía tiene el tupé de decir que no puede hacer nada, ¿en qué país estamos viviendo?”, exclamó entonces la directora del Ateneo, Carmen Ramia.

CON MUCHO QUE ESCONDER

Los ataques a medios de comunicación son una muestra más de que el Estado no es claro en su gestión. “El Ejecutivo debe respetar la disidencia como una forma de obtener transparencia. Mantener a los medios en la línea del silencio le hace un daño profundo a la sociedad. Un estado que vea en los medios de comunicación una forma de detectar fallas para mejorar es un estado que va a responder a las expectativas de los ciudadanos. De lo contrario, convierte al país en un mar de complicidades que hace que el afectado sea el ciudadano”, agrega Gómez.

Respecto a la vulneración de la libertad de expresión, el estudio recordó que en 2009 “se acosó, intimidó y amenazó a periodistas” y destacó el cierre de las 34 emisoras de radio que, con el argumento de que no cumplieron las normas de telecomunicaciones, les fueron revocadas las licencias de emisión. “No obstante, como observó en agosto la relatora especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la declaración hecha pública por las autoridades… indicaba que la decisión de cerrarlas podría haberse debido a su línea editorial”, dice en el texto.

Los defensores de los Derechos Humanos también fueron atacados por los cuerpos policiales. “Las fuerzas de seguridad siguieron atacando, amenazando y acosando a defensores de los Derechos Humanos y a víctimas y familiares de víctimas de violaciones de DDHH que intentaban obtener justicia y reparación.

En noviembre asesinaron a Mijail Martínez, defensor de DDHH en el estado Lara y que formaba parte del Comité de Víctimas contra la Impunidad, organización con la que había colaborado en el rodaje de un documental que narraba historias de personas que habían sufrido violaciones de DDHH a manos de cuerpos policiales. Mijail también era hijo de Víctor Martínez, quien mantenía una posición frontal contra la corrupción, el narcotráfico y los grupos de exterminio dentro del Gobierno.

El representante de Amnistía Internacional agrega que, como el Estado se ocupa de atacar la disidencia, no invierte en los problemas del país. “El malestar social que transmiten los sindicatos, deberían ayudar al Ejecutivo a mejorar los servicios públicos, controlar a los funcionarios que fallan y reducir la violencia”, dice.

LO QUE NO SE OLVIDA…

Enero: Ataque al Ateneo de Caracas.

Agosto: Detención al prefecto de Caracas, Richard Blanco.

Ataque a Globovisión.

Ataque a periodistas de la Cadena Capriles.

Septiembre: Detención al estudiante Julio César Rivas.

Noviembre: Asesinato a Mijail Martínez en el estado Lara.

Diciembre: Traslado de Franklin Brito al Hospital Militar.

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