martes, 31 de mayo de 2011

Poliaragua extermina a la familia Barrios


Patty Fuentes Gimón
Eran las 8:30 de la noche. Juan José Barrios regresaba de dejar a su esposa en la medicatura del pueblo Guanayén, en el estado Aragua. Cuando se dirigía a su casa, en el sector Las Casitas, fue interceptado por dos hombres vestidos de negro. Barrios no tuvo tiempo de mediar palabras, pues en cuestión de microsegundos recibió varios disparos que lo dejaron sin vida a sus 28 años de edad.

La esposa de la víctima, sin sospechar que algo malo estuviese pasando, regresó del ambulatorio a las pocas horas. Al llegar a su casa y no encontrar a su marido, pidió ayuda a sus hermanos, quienes hallaron la mañana del día siguiente el cadáver de Barrios en un estancamiento de agua.

Así fue como el pasado sábado 28 de mayo murió ajusticiado, presuntamente en manos de funcionarios de la Policía de Aragua, el séptimo miembro de la familia Barrios. Desde septiembre de 2004, este grupo familiar tiene orden de protección emanada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero el Gobierno no ha enfrentado la situación.

“Hoy un nuevo hecho de violación a los Derechos Humanos que enluta a la familia Barrios, cuya única explicación es la sobreprotección del Estado venezolano hacia los funcionarios que representan los cuerpo represivos a los cuales se les ha otorgado patente para cometer cualquier tipo de atropello, que va desde violación de morada hasta ejecuciones extrasumariales”, señaló, a través de un comunicado, la Comisión de Derechos Humanos de Justicia y Paz del estado Aragua.

Ensañamiento
Sólo han transcurrido cuatro meses desde que la familia Barrios recibió el último atentado. En aquella oportunidad fue en contra de Néstor Caudi Barrios, quien también fue interceptado en Guanayén y recibió dos tiros en el brazo izquierdo y en los glúteos. Eloisa Barrios, tía de Néstor, ya había advertido entonces que la historia se estaba repitiendo una y otra vez.

“A Néstor le pasó igual que a los demás. En algunos casos hubo testigos que comprobaron la intervención de los policías en los asesinatos. En otras ocasiones, han sido hombres encapuchados y vestidos de negro que llegan de noche a matar a mis sobrinos", relató en aquel momento Eloisa Barrios.

El primer homicidio fue hace 12 años, cuando Benito Barrios fue torturado y exterminado, a los 28 años, tras recibir diversas amenazas de muerte por parte de efectivos de Poliaragua. Según testimonios de los familiares, Benito tenía un bar al cual siempre acudían los uniformados a consumir alcohol y se retiraban sin cancelar la cuenta. Una noche, Benito reclamó a los funcionarios y al día siguiente ingresó su cadáver en la funeraria de Barbacoa.

En diciembre de 2003, varios agentes dejaron sin vida a Narciso a los 22 años. Situaciones similares ocurrieron cuando ultimaron a Luis Alberto, en 2004; a Rigoberto, en 2005; a Óscar, en 2009; y a Wilmer el pasado año.

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