lunes, 24 de mayo de 2010

"Esta no es tarea fácil"



Por: Patty Fuentes Gimón

Deivis no está tranquilo cuando baja por la calle Las Casitas de Petare. Desde hace ocho años no hace más que salir, de lunes a viernes, desde las 7:00 am hasta las 6:00 pm, a ganarse el pan de sus hijos en uno de los oficios de mayor riesgo en Caracas.

"Esta no es una tarea fácil", asegura, casi con desgano, cuando se le pregunta por su día a día. De 30 años, casado y con tres hijos, Deivis Vargas lleva ocho trabajando como mototaxista en Caracas. Antes era asistente de una empresa de Recursos Humanos, pero se dio cuenta de que con esta nueva labor podría generar mucho más dinero.

"El ingreso fue lo que me hizo trabajar como mototaxista. Antes ganaba 1.200 bolívares al mes más cesta tickets. Ahora gano cuatro veces eso. En un día puedo hacer 300 bolívares y al mes hago mínimo 4.000 bolívares y máximo 8.000", dice.

¿Cómo se le ocurrió trabajar de mototaxista?

Eso fue cuando empezó la fiebre del mototaxi. Yo tengo cuñados que siempre han sido motorizados y ganan mucho al día. Yo saqué cuentas y decidí meterme en mis tiempos libres como motorizado. Daba mis vueltas en Chacao durante dos años y hace cinco años me uní a la Cooperativa Centro Plaza Express.

¿Cómo es su día?

Todos los días son diferentes. Yo casi siempre trabajo con clientes fijos que piden, desde que les haga el mercado, los lleve a algún sitio, hasta que les lave el carro o les lleve un documento a alguna parte.

Vargas considera que los días son tranquilos siempre que los conductores de vehículos estén pendientes de la vía. "Hay personas que van mandando mensajes, viejitas que se cambian de canal sin ver a los lados y chamos que llevan la música a todo volumen... no tienen cuidado ni tienen el sentido donde es y eso hace que tengamos muchos accidentes", asegura.

¿Y los robos?

Más que todo son en los semáforos o en los sitios más solos. Sobre todo pasa en el municipio Libertador y, a veces, en Sucre. Una vez estaba llevando a mi esposa al Pérez Carreño porque ella trabaja ahí. Eran casi las 8:00 am y en pleno estacionamiento del hospital me montaron una pistola y me quitaron la moto. Luego me compré otra con mis ahorros para poder seguir trabajando.

¿A tu esposa le gusta que seas mototaxista?

No, porque es mucho peligro. Ella quiere que vuelva a lo de antes, pero es muy difícil porque ya me acostumbré a trabajar por mi cuenta. No quiero volver a entrar a una empresa donde tenga un patrón que me grite. La única forma de que deje esto es que me consiga un carro para ser chofer de camionetica por puesto porque ahí también se gana bien.

¿Te gustaría ser taxista?

-No, chama. Eso es demasiada cola. Además, prefiero dañar la moto que el carro que tengo en mi casa. Un repuesto de un carro vale mínimo 400 bolívares, y el de la moto 80 bolívares. No vale la pena.

El motorizado vive en el barrio Carpintero de Petare desde hace ocho años cuando se casó con su esposa. Ahora tiene tres hijas: una de 4 años y unas gemelas de 3. Es bachiller y agradece que con sus ingresos puede vivir bien y ahorrar.

"Trato de no faltar nunca al trabajo más que todo por el `san’ que es un juego que hacemos un grupo de 10 personas en el que cada uno debe pagar como 200 bolívares diarios y el que lo organiza va guardando el dinero. Cada diez días una persona distinta sale premiada y se gana ese dinero dependiendo del número que le haya salido. Esa es la mejor manera para ahorrar. Yo me administro siempre. De los 300 bolívares que gano al día, doy 200 al que recoge el dinero y los otros 100 los guardo en mi casa", afirma.

TRABAJAR CON TRABAS

Laborar como mototaxista no es tarea fácil. Entre robos, asesinatos, accidentes, policías y lluvias los conductores deben buscar la manera de finalizar el día de manera productiva. "A mí nunca me ha robado un cliente pero a mis compañeros sí. Es esa gente que uno ve con una mirada rara y de una dice que no le va a hacer la carrera. Pero cuando sí los llevan pa’ donde piden, en plena autopista sacan una pistola y los mandan a bajar de la moto", relata.

¿Han matado a algún compañero suyo?

Sí, a uno lo mataron en Petare porque el que llevaba en la carrera tenía problemas y les entraron a tiros a los dos. A otros los han asesinado por andar enculebrados. Entran a la cooperativa y nosotros no sabemos quiénes son, de dónde vienen o qué mañas tienen y al tiempo nos enteramos que los agarró la culebra y los mató. También ha pasado cuando se oponen al robo. Yo no me opondría porque mi moto puede ser mi sustento de trabajo pero más gano estando vivo. Es mejor ir a recuperar la moto después. Muchas veces pagamos pa’ que nos la devuelvan, es como un secuestro express.

¿Cómo hace cuando llueve?

Mi día es fatal, pero igual trabajo porque todo el que se monta en una moto es porque tiene una emergencia y está apurado, no por comodidad. Las motos se han convertido en una necesidad. Además, hago encomiendas a empresas. Nosotros hacemos todo siempre y cuando sea legal: no montamos clientes que quieran robar, que tengan pistola ni droga. Hemos visto casos en los que los clientes llevan pistolas o drogas y luego es muy difícil demostrarle al policía que no estamos con esa persona.

¿Cómo es la relación de los mototaxistas con la policía?

Siempre tenemos problemas. Ahora estamos comprando puras motos chinas porque son las más baratas (cuestan entre 6 y 7 mil bolívares). Es un lío porque para que nos entreguen el título de propiedad, hay que meterse en Internet para que nos den la cita y esa página siempre está saturada, entonces se nos pasa el tiempo estimado para meter el papel. Ahí es que viene el matraqueo del policía. Como ven que no introdujimos el papel, buscan retener la moto, pero tenemos que calarnos darles 50 bolívares. Ese es el día a día. Hay policías que nos entienden pero hay otros que lo que quieren es plata.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

El ingreso.

¿Y lo que menos?

El peligro.


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