lunes, 14 de marzo de 2011

“Me cobran haber trabajado para Rosales”



Patty Fuentes Gimón
El caso de “Mazuco” muestra una vez más las irregularidades que se cometen en el sistema judicial de Venezuela. El ex secretario de Seguridad Ciudadana de la Gobernación de Zulia fue condenado a 19 años de prisión el pasado 22 de diciembre presuntamente por haber estado involucrado en la muerte de Claudio Macías, supuesto agente de la Dirección de Inteligencia Militar del Ejército (DIM).

Mientras al comisario José Sánchez “Mazuco” lo acusan de autor intelectual del asesinato, aún siguen sin hallarse los autores materiales. “El hecho de que estemos en presencia de un homicidio, no significa que vamos indiscriminadamente a buscar a cualquier persona para responsabilizarla. Ni siquiera están declarados como testigos ni como imputados las personas que le quitaron la vida a ese señor, ni siquiera hay sospechosos”, denuncia Rómulo Pacheco, abogado del diputado electo recluido en la cárcel Ramo Verde, en Los Teques.

El cadáver de Macías fue encontrado ahorcado y con signos de violencia la madrugada del 8 de agosto de 2007 en el pabellón B del retén policial El Marite, donde había sido retenido pocas horas antes señalado de porte ilegal de armas, extorsión y otros delitos. Desde entonces, autoridades oficialistas de Zulia han involucrado a “Mazuco” en el acontecimiento, lo que llevó a que fuera sentenciado por homicidio calificado en grado de complicidad, privación ilegítima de libertad en grado de complicidad y quebrantamiento de pactos o tratados internacionales.

“Claudio Macías tenía una credencial ad honorem de Inteligencia Naval. Nunca hemos visto nada que diga que era de la DIM. Meses antes de su muerte, el alcalde Giancarlo Di Martino venía denunciando que Macías era un cobrador de vacuna y un extorsionador. Después de que fue detenido y asesinado, Di Martino dijo que era un agente de la DIM. La Policía de Zulia lo agarró en flagrancia; estaba amenazando con una pistola a un encargado de una cooperativa para que terminara un trabajo”, relata Pacheco.

Además, el representante legal de “Mazuco” asegura que, para detener a su defendido, “llamaron a un juez que estaba de vacaciones, lo hicieron incorporarse a su tribunal para decretar la medida de privativa de libertad”.

“La injusticia se ha ido incrementando”
Tras ser electo diputado el pasado 26 de septiembre, e incluso, ser el cuarto diputado más votado con más de 94 mil sufragios en Maracaibo, “Mazuco” recibió la medida cautelar de casa por cárcel el 8 de octubre. Esta decisión todavía seguía violando la Constitución, que en su artículo 200 garantiza la inmunidad parlamentaria. Sin embargo, desde el punto de vista emocional, significó un gran avance para el comisario, pues pudo permanecer más de un mes junto a su esposa e hijo en su domicilio en Maracaibo. Pero el 28 de noviembre, fue enviado nuevamente a Ramo Verde: la jueza 7 de Juicio de Caracas, Fabiola Vesga, pasó por encima de la sentencia del TSJ.

−Comisario, ¿cómo sobrellevaron sus familiares el desacato de la medida de casa por cárcel?
−Desde ese día comenzó el verdadero drama. El mes fue muy nutritivo afectivamente. Mi hijo tiene cuatro años, me separaron de él cuando apenas tenía ocho meses de nacido. Lo poco que he compartido con él ha sido en la cárcel. Pensé que la Navidad de 2010 sería la primera que pasaría con mi niño. El 29 de noviembre se levantó y corrió a mi cama a saludarme como todas las mañanas. Pensó que estábamos jugando al escondite, pero nunca me consiguió.

−¿Qué explicación le han dado al niño?
−Él cree que estoy trabajando y que Ramo Verde es un colegio. Siempre que me visita, se agarra de los barrotes y me dice: “Papi, este colegio es feo”. Mi esposa lo lleva a un psicólogo infantil para que no vaya a tener consecuencias a futuro.

−¿Su esposa mantiene vivas las esperanzas?
−Ella no está muy bien porque la injusticia se ha ido incrementando. Los procesos contra nosotros siguen radicalizándose. Teníamos esperanzas tangibles en mi elección como diputado. Por eso, seguiremos apelando por la parte judicial, pero sabemos que este es un caso político. Todo se generó por acusaciones políticas. En el propio Ministerio Público me dijeron que mi caso es político, que me quedara quieto. Con Chávez en el poder, es difícil que salga a menos que cambie su actitud.

−Cuando lo sentenciaron, hubo señalamientos de un presunto testigo falso.
−Sí, un testigo falso con credenciales falsas de la Asamblea Nacional y un delincuente confeso encapuchado. Eso no está permitido en la legislación venezolana, fue un juicio totalmente irrito, arbitrario e insólito. Me están cobrando haber trabajado para Manuel Rosales.

−Si tuviera la oportunidad de hablar directamente con el presidente Chávez, ¿qué le diría?
−Que respete la Constitución y las leyes, que escuche la voz del pueblo y, sobre todo, que sepa que mi familia está presa junto a mí.

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