Patty Fuentes Gimón
Han transcurrido seis días desde que la fiscal superior del estado Bolívar notificó que introducirá ante los tribunales superiores una medida sustitutiva de libertad para William Saud por sus condiciones de salud. Pero el minero sigue detenido en la sede de Patrulleros de Caroní.
“El tribunal no se ha pronunciado. Mis abogados llevaron el documento a la Sala Superior de Apelaciones de Ciudad Bolívar, donde lo recibieron y lo enviaron vía fax a la Sala de Casación Penal del TSJ que debe ser la que libre la boleta de excarcelación”, relata Saud, quien amerita con urgencia una operación a corazón abierto por tener tres arterias coronarias obstruidas.
El minero recluido en Puerto Ordaz desde el 2 de diciembre de 2009 y sentenciado a seis años de prisión por liderar una protesta en Las Claritas tiene pautada una cita para mañana jueves en el Hospital Clínico Universitario, de Caracas, donde lo intervendrán quirúrgicamente, por lo que ese día comenzará con los exámenes preoperatorios.
“Ojalá que, si no me van a dar la libertad, por lo menos me envíen un equipo médico o una ambulancia para trasladarme al hospital. Es el Estado quien tiene que garantizar mi salud. No soy un delincuente común, sino un preso político. No estoy interesado en libertad. Libertad sin vida, ¿para qué? Lo que clamo es justicia… Dios quiera que no me suceda nada aquí adentro”, expresa el minero de 62 años de edad.
No les bastó con Brito
Al día siguiente de la visita de la fiscal superior, Saud fue llevado al Hospital Militar de Puerto Ordaz, donde un cardiólogo lo evaluó y su informe coincidió con el del médico personal del paciente, por lo que recomendó que sea operado de inmediato. Asimismo, le explicaron que dicho centro de salud no está capacitado para atender su situación.
“Ese día los funcionarios me informaron que la orden que dieron desde arriba era que me internaran en el Hospital Militar de Puerto Ordaz. Por eso me declaré en desobediencia civil. Ya tenemos la experiencia de Franklin Brito y no quiero que se repita conmigo ni con ningún venezolano”, añade.
Saud asegura que desacatará cualquier orden de traslado a un hospital que no esté en condiciones de atender su salud. “Si me trasladan al Hospital Clínico Universitario, al Pérez Carreño o me dan los recursos para ver qué clínica puede atenderme, lo acepto. Pero no voy a aceptar algo que vaya en detrimento de mi salud ni de mi seguridad personal”, advierte.
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