martes, 20 de julio de 2010

De la delincuencia, ¡sálvese quien sepa!

Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual

“Debemos estar preparados psicológicamente para el atraco, debemos saber dejarnos atracar. El Cicpc tiene su trabajo pero nosotros como víctimas también tenemos el nuestro. Por eso, debemos crear conciencia de seguridad personal preventiva. La mejor defensa es tomar nuestras propias medidas que minimicen nuestros riesgos”, asegura Franklin Chaparro, director del Grupo de Servicios Integrales de Seguridad (Serseca).

La Organización Mundial de la Salud determinó hace más de diez años que la violencia es un problema de salud pública: es multifactorial y estructural.

La inseguridad no es un problema de ahora, siempre ha existido. En 1978 el fiscal general de la República dijo: “Vivimos en una anarquía, nadie obedece”.

En 1990, el entonces presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, aseguró que el principal problema era la delincuencia. Hoy, 32 años después, la inseguridad sigue siendo el principal problema para la mayoría de los venezolanos.

Chaparro recomienda a los ciudadanos acostumbrarse a vivir con la violencia para tener métodos efectivos de prevención y disminuir el riesgo.

“Hay que lograr que el botín sea más bajo, que el riesgo sea mayor para el delincuente, que el tiempo sea superior a las posibilidades, que las consecuencias sean graves para el victimario y que los medios le resulten costosos”, añade.

AMENAZA Y VULNERABILIDAD
Determinar el método de seguridad que necesita cada persona es esencial para la prevención del delito.

“Todos podemos ser víctimas. La prevención tiene 80% de importancia, la disuasión 15% y la reacción 5%. Debemos disuadir, retardar, detectar, responder y confrontar”, explica.

El director de Serseca advierte que cada vez la actitud del delincuente es más violenta, pues se ve influenciada por los efectos del alcohol y de las drogas. Por ello, sugiere aprender a tener una conducta adecuada para bajar el nivel del crimen. “Ataque que no se previene, no se detiene. Nunca debemos dar lástima ni manifestar miedo”, asegura.

Chaparro señala que hay que crear cultura de seguridad porque muchas veces “lo que parece ser sentido común es el menos común de los sentidos. En este país, con un número de cédula y una fecha de nacimiento se consigue lo que sea. Debemos quitar la fecha de nacimiento de las redes sociales y nuestra ubicación geográfica de los celulares”, recomienda.

“El secuestro es una industria. Nosotros mismos somos los que damos información para la extorsión, por eso debemos aprender a no proporcionar datos ni aceptar entrevistas da desconocidos y a no recomendar a familiares ni amigos. Si alguien lo llame diciéndole que recibió una llamada de su teléfono, no debe darle ningún tipo de información”, agrega el director del Grupo de Servicios Integrales de Seguridad.

PREVENIR LA EXTORSIÓN
- Evite caminar de noche en calles poco iluminadas
- Utilice las vidrieras como espejo para ver lo que sucede a sus espaldas
- Sea discreto en el uso de joyas y prendas
- Desconfíe de los motorizados
- Evite las compras en los semáforos
- Coloque los bolsos, celulares y cosas de valor en sitios no visibles del carro
- Camine en sentido contrario a los vehículos
- Evite dar información en anuncios de prensa y en contestadoras de teléfono.
- Mantenga buena comunicación con su familia
- Fije una estrategia familiar para establecer una identificación telefónica. Puede ser una palabra clave
- No tenga detalles en el carro que puedan identificarlo
- No dé información a través de las redes sociales

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