Por: Patty Fuentes Gimón
"Para alcanzar un adecuado desarrollo humano, los afrolatinoamericanos deben superar el racismo estructural. El problema de este pueblo en el siglo XX era la raza; hoy en día, su principal desafío es la pobreza. Si en el siglo XIX se buscaba la libertad, y en el siglo XX la igualdad de raza, en el XXI se lucha por las ciudadanías culturales y diferenciales".
Así lo destacó el antropólogo colombiano Jhon Antón Sánchez durante la presentación del libro "Derechos de la población afrodescendiente de América Latina: Desafíos para su implementación", realizada en Managua, Nicaragua, el pasado 6 de octubre.
La publicación la elaboró el proyecto regional "Población afrodescen- diente de América Latina", del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Está conformada por cuatro informes, divididos por regiones, a través de los cuales se evalúa la implementación de los pactos y convenios internacionales relacionados con los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales de la población afrodescendiente en Latinoamérica.
Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay fueron abordados por la historiadora argentina María José Becerra. El informe de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela fue realizado por el antropólogo colombiano Jhon Antón Sánchez; mientras que el economista brasileño Marcelo Paixão se encargó de los indicadores sociales recientes de Brasil. Por último, América Central y México estuvieron en manos de un equipo de investigadoras, entre las que destaca la economista nicaragüense Alta Hooker.
Los autores de los informes coinciden en que la discriminación, la pobreza, la desigualdad social y la exclusión son los principales problemas a los que debe enfrentarse la población afrodescendiente de América Latina.
"Si bien los países de la región han realizado avances en lo que respecta a la creación de instituciones relacionadas con la población afrolatinoamericana, muchas de estas carecen de apoyo político", afirmó Silvia García Savino, coordinadora del proyecto regional del PNUD.
RACISMO ESTRUCTURAL
Jhon Antón Sánchez, también coordinador del Sistema de Indicadores Sociales del Pueblo Afroecuatoriano, aseguró durante el encuentro en Managua que "el pueblo afrodescendiente de Latinoamérica ha construido una historia enmarcada en un proceso de larga duración que se ha caracterizado por la esclavización, la colonización, la discriminación y la exclusión".
A su juicio, las privaciones en el alcance de los Derechos Humanos han generado en los afrodescendientes pobreza, desigualdad y marginalidad, determinadas por el racismo estructural.
CIFRAS ESCONDIDAS
Un desafío relevante para esta población es la demografía. Jhon Antón Sánchez asegura que "hablar de los censos es una de las estrategias de reivindicación porque hay que saber cuántos somos".
De acuerdo con las cifras que reveló el antropólogo colombiano, en América Latina habitan entre 180 millones y 200 millones de afrodescendientes.
En los cuatro países del estudio realizado por este investigador (Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) viven aproximadamente 16 millones de esta población, lo que representa en términos brutos 16% de todos los afrolatinoamericanos.
Los números específicos de Venezuela no pueden ser precisados, pues hasta ahora en los estudios del país no se ha incluido la variable afrodescendiente. Sin embargo, la Red de Organizaciones Afrovenezolanas estima que existen casi 5 mil comunidades, distribuidas principalmente en los estados Vargas, Miranda, Aragua, Sucre, Falcón, Carabobo, Zulia, Yaracuy, Bolívar y Distrito Capital.
VENEZUELA PODRÍA EMPEORAR
En la mencionada publicación se hace referencia a los instrumentos internacionales de Derechos Humanos que han suscrito, firmado, incorporado o ratificado a sus constituciones y legislaciones los estados de la región.
No obstante, se desestima que "esto no es más que un reconocimiento fáctico de tales instrumentos", pues "en la realidad la aplicación de tales derechos a favor de los afrodescendientes en la región andina no ha tenido efectos positivos ni ha sido capaz de transformar la situación de vulnerabilidad, pobreza, exclusión social, desigualdad y violación constante de sus derechos más elementales".
A través de tres variables (políticas antirracistas impulsadas por los gobiernos, la fuerza misma de la sociedad afrodescendiente y las condiciones sociales-económicas históricas en que el pueblo se encuentra) se pudo determinar cuáles países se ubican en una situación favorable y cuáles no.
Venezuela y Perú son los países de esta región con escenarios poco alentadores. Ambos comparten condiciones políticas que no garantizan el reconocimiento étnico, como la omisión expresa de los afrodescendientes en las actuales constituciones (de 2003 en Perú y de 1999 en Venezuela). También coinciden en la invisibilidad estadística que caracteriza a los institutos de censos, lo que ocasiona una ausencia total de la política pública y del diagnóstico efectivo de las condiciones de vida de los afroperuanos y afrovenezolanos.
Jhon Antón Sánchez señala que, si se impulsan medidas institucionales, la situación de Perú podría mejorar. No ocurre lo mismo con Venezuela porque "habrá que dar el salto de la retórica política de la revolución bolivariana a una verdadera inclusión revolucionaria".
Para mejorar las condiciones de Venezuela, se recomienda impulsar la inclusión de la variable afrodescendiente en el próximo censo, fortalecer la Comisión Nacional contra la Discriminación Racial y financiar un estudio de la problemática afrovenezolana y una propuesta de acciones prioritarias.
MEJORES, PERO NO EJEMPLARES
Colombia y Ecuador se encuentran en el lado opuesto del escenario, pues en los últimos 25 años los movimientos sociales afrodescendientes han sido capaces de aprovechar las oportunidades políticas del sistema, según sostiene Jhon Antón Sánchez.
"Mediante acciones colectivas, los afrocolombianos y afroecuatorianos han incluido en la agenda política puntos importantes de sus reivindicaciones. En estos países hubo cambios democráticos a partir de la promulgación de sus constituciones en las que se incluyó el reconocimiento de los afrodescendientes como pueblo", destaca el investigador colombiano, en referencia a las reformas de Colombia, en 1991, y de Ecuador, en 1998 y 2008.
En esas naciones también se abarca la variable de autoidentificación en los censos y encuestas de hogares, se establecieron oficinas públicas sobre afrodescendientes y se crearon leyes y planes de desarrollo.
Jhon Antón Sánchez considera, sin embargo, que "los desafíos para la garantía de los DDHH, la protección del Derecho Internacional Humanitario, los efectos perversos del conflicto armado, el desplazamiento interno y la lucha contra la discriminación y desigualdad son más grandes que las oportunidades políticas del sistema".
El antropólogo advierte que el escenario de Colombia podría empeorar si el conflicto armado no cesa, pues "afecta los territorios ancestrales de los afrocolombianos".
Amenazas para el cumplimiento de los derechos de los afrodescendientes
1. Conflicto armado interno colombiano. Afecta la vida de los afrodescendientes tanto en Venezuela como en Ecuador.
2. Pérdida del territorio ancestral, monopolio de los recursos y deterioro ambiental. No hay control de las comunidades en el territorio ancestral. Sin territorio no hay cultura.
3. Perfil racial e incitación al odio, violencia policial y cárceles.
4. Migraciones rurales urbanas, aumento de cinturones de miseria urbanos.
5. Negación al empleo profesional y exclusión laboral de la mujer.
6. Enfermedades con mayor acento en los afrodescendientes (hipertensión, miomas, diabetes, cáncer y VIH creciente).
7. Bajas tasas de asistencia a la universidad: pocos profesionales postgraduados.
8. Medios de comunicación que aumentan los estereotipos y el prejuicio racial.
9. Organismos del Estado, el sistema internacional y las universidades no ocupan profesionalmente a los afrodescendientes.
- Aceptar el racismo estructural como eje de las desigualdades sociales.
- Garantizar el derecho a la no discriminación.
- Asumir con seriedad una política de combate a la desigualdad socioeconómica y la exclusión sociopolítica.
- Superar la supremacía blanco-mestiza como eje de la estructura social latinoamericana.
- Ampliar los circuitos de participación política en el sistema democrático.
Escenarios tendenciales para la política de reconocimiento afrodescendiente en los países andinos
Escenario favorable | Ecuador | Colombia |
Escenario desfavorable | Perú | Venezuela |
Tendencia | Mejorar | Empeorar o mantenerse |
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