Por: Patty Fuentes Gimón / diario TalCual
Rosa Virginia Garrido llevaba cinco meses trabajando como periodista en el Consejo Legislativo del Estado Yaracuy (CLEY). En diversas oportunidades, se había pronunciado en contra de las violaciones a la libertad de expresión y el derecho a la información en Venezuela. Su condición de miembro del Tribunal Disciplinario Nacional del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) la llevaba a no quedarse callada ante los casos que atentaban contra los comunicadores sociales, lo que la hizo perder su cargo.
“Primero fui coaccionada a renunciar por parte de la secretaria de Comunicación e Información de
Garrido también denuncia que la funcionaria le aseguró que el trabajo era un beneficio, a lo que ella respondió que “es un derecho” y se negó a renunciar.
Aproximadamente dos semanas después, a finales de agosto de este año, la periodista manifestó su rechazo por la actitud del Estado frente al caso de la fotografía de la morgue publicada en los diarios El Nacional y TalCual.
“Este tipo de acciones marcan un hito en la historia del periodismo en el país y sirven de precedente para que el Gobierno tome medidas contra otros medios que no respaldan sus intereses”, señala.
A raíz de dicho pronunciamiento, el departamento de Recursos Humanos del CLEY informó a Garrido que su contrato había finalizado y su jefa, la diputada Shirley Romero, le aseguró que se trataba de una reducción de personal. “La presunta culminación de contrato es totalmente falsa porque yo entré en marzo, cumplí mis primeros tres meses y continué hasta agosto. Tuve que firmar obligada porque esa es la única constancia que tengo ahora para comenzar con el procedimiento legal”, indica.
Mordaza por doquier
La reportera añade que el supuesto argumento de que había una reducción de personal también era falso, pues a los pocos días ya estaba alguien a cargo de sus labores.
“Esa persona forma parte de la directiva seccional del CNP en Yaracuy, donde ganaron los periodistas chavistas. Es claro que mi despido es producto de una retaliación política porque no soy de ellos ni estuve con su plancha, sino que quedé en la directiva nacional. Se han dedicado a hacerle la vida de cuadritos a los periodistas que no estuvieron con ellos”, sostiene.
Garrido agrega que al secretario general del CNP en ese estado, Carlos Vielma, le han abierto expedientes en el Tribunal Disciplinario Nacional por “haberse pronunciado públicamente a favor del cierre de medios” y por “ser uno de los que promueve
La comunicadora social lamenta que en Yaracuy no hay fuentes de trabajo, pues solamente existen tres diarios, diez estaciones de radio y una de televisión. “Estamos agremiados 138 periodistas yaracuyanos. Tenemos que trabajarles a las instituciones públicas porque no nos queda de otra”, dice.
“El periodismo hoy día se ve atacado descaradamente por la mordaza que nos quieren imponer y yo soy prueba de ello. Este mecanismo sin duda es un acto cobarde y violatorio de los principios de estabilidad laboral y de no discriminación consagrados en
CNP se solidariza
A través de un comunicado, el secretario general de la seccional yaracuyana, Carlos Vielma, se solidarizó con Garrido y con otras dos periodistas, Lorena Uzcategui y Edith López, que fueron despedidas en ese estado. También destacó su labor de “abrir las correspondientes averiguaciones para determinar cuáles fueron las razones por las cuales fueron despedidas. Una vez cubierto el proceso administrativo, procederemos a tomar las medidas que correspondan dependiendo de cuál sea el caso”. Respecto a esto, Garrido asegura que debieron presionar a la directiva del CNP Yaracuy para que se pronunciara por los despidos, pues “no defienden a los periodistas sino a los intereses del Gobierno… esto sólo pasa en tiempos de revolución”, expresa.
Cifra
3 periodistas fueron despedidas en una semana, presuntamente por no apoyar el chavismo
Leyenda: Rosa Garrido lamenta que en Yaracuy no hay fuentes de trabajo
No hay comentarios:
Publicar un comentario